NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ROMA 3 - TORINO 2

Totti, inmenso: salió en el 86' y marcó dos goles en tres minutos

'Il Capitano' tardó 20 segundos en hacer el empate y desató la locura en el Olímpico con un tanto de penalti, muy dudoso.

Actualizado a
Totti marcó dos goles en tres minutos ante el Torino.
Totti marcó dos goles en tres minutos ante el Torino.ALESSANDRO DI MEOEFE

Ya está olvidado el triste ocaso de Totti. Lo que se inventó este genio del fútbol mundial es una página de deporte que queda para la historia. En la semana de su bronca más grande con Spalletti, una explosión tras meses de polémicas, dardos envenenados y banquillo, mucho banquillo, 'il Capitano', con casi 40 años, mostró porque sigue pidiendo otro año como futbolista al club de sus amores: porque siempre ha sido un fenómeno y lo sigue siendo. Solo un fenómeno puede entrar en el minuto 87', marcar un gol precioso 20 segundos después - el más rápido de esta Serie A - y lanzar el penalti decisivo en el 89', transformándolo magistralmente.

Sus dos goles valieron el 3-2 antes el Torino que, gracias a la derrota del Inter en Génova, entregan el tercer puesto a los giallorossi, que también siguen creyendo también en el segundo: la ventaja del Nápoles es de cinco puntos, pero los azzurri, el lunes que viene, tendrán que visitar justo al Olímpico. En Italia la diferencia entre tercer y segundo puesto es la odiosa previa de Champions, así que tocará luchar. 

Fue un partido loco: los granata, que llegaban después de tres victorias consecutivas, jugaron una gran primera mitad, con un imparable Belotti. El punta italiano golpeó el poste en el 31' y tres minutos después forzó y trasformó un penalti por falta de Manolas. Al Roma, que mostró su peor cara en el primer tramo del choque, el árbitro Calvarese le negó dos penaltis, ambos por mano (en el 42' de Gaston Silva y en el 58' de Gazzi), y ambos bastante claros. 

Los giallorossi crecieron con el paso del tiempo y pusieron las tablas con Manolas, que con un cabezazo imperioso superó a media defensa rival tras un córner de Perotti. Los locales, volcados al empate para completar la remontada, encajaron un inesperado 1-2 cuando faltaban apenas 10 minutos al pitido final, con Martínez que aprovechó al primer toque un potente y preciso centro de Bruno Peres. 

El Olímpíco rumoreaba, y Totti seguía calentando. Lo hacía desde el minuto 30, de hecho. Spalletti no le quería dejar muchos minutos, a pesar de haber marcado el domingo otro gol decisivo, para el 3-3 con el Atalanta. Solo lo sacó en el 86', al Capitano. Pocos, muy pocos, para los humanos. Suficientes, para las leyendas: Francesco tardó 20 segundos en empujar entre palos el lanzamiento de falta de Pjanic, cuyo centro convirtió en un gol fantástico con el exterior del pie al primer toque, levantando su pierna como un chaval. Corrió hacia la Curva Sud para celebrarlo, pero no fue suficiente: en el 89', Gervasoni pitó para los giallorossi el único penalti que no era, por un mano que no existía, tras haber negado dos clarísimos. Era una señal del destino, y acabó como tenía que acabar: il numero dieci lanzó, trasformó, y desató la fiesta. Si antes era el Rey de Roma, hoy se hizo Emperador. Todos los tifosi están con él: volver a dejarle tanto tiempo en el banquillo o, peor, negarle la renovación que pide casi de rodillas, para sus hinchas antes era pecado mortal, y ahora será sacrilegio. Spalletti y Pallotta están avisados.