NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID

Los jugadores del Real Madrid vuelven a disfrutar con Zidane

La sesión duró una hora de reloj y estuvo dominada por el balón. Isco y James no pararon de bromear; Benzema, relajado... No hubo lleno en el Di Stefano.

MadridActualizado a
Los jugadores del Real Madrid vuelven a disfrutar con Zidane
AStv

Son las once de la mañana. Madrid ha despertado cubierto por un cielo azul intenso, limpio de nubes. Los rayos de sol aterrizan francos sobre el Alfredo Di Stéfano. Es el día perfecto para el debut soñado de Zidane en un entrenamiento que es a puerta abierta para el público, una excepción por ser previa del día de Reyes...

Los jugadores comienzan a salir a las 11:05. La cabeza rapada del francés aparece nítida y brillante, cerrando el grupo, cuando los aplausos ya suenan con fuerza. Se gira hacia la grada. Levanta la mano. Suben los decibelios... Después de la primera charla con los suyos en el centro del campo, que dura un minuto escaso, Zidane se acerca al banquillo a coger algo. La parte del público que está detrás arranca de nuevo a aplaudir. Fue el segundo y último reconocimiento individual que le dedicó el público al nuevo técnico en su estreno. Fue, en realidad, un recibimiento frío. No se coreó su nombre de manera espontánea ni una sola vez. Ni el suyo ni el de ningún jugador. El ambiente era extraño a pesar de la primorosa meteorología, como si nadie hubiera terminado aún de digerir el despido de Benítez y la presencia del francés, o como si el ya recurrente baile de entrenadores del Florentinato hubiera dejado de causar impacto alguno en el aficionado. Florentino, que despachó el lunes a Benítez en 22 segundos de reloj y que no admitió preguntas, tampoco fue ayer al palco del Di Stéfano. El club permitió finalmente que entrara el público general (no sólo los socios). De otro modo, el estadio habría presentado una asistencia pobre. Y aún así se quedaron libres mil de las 6.000 butacas disponibles.

Los protagonistas fueron al final los jugadores. Tiraron balones a la grada, firmaron autógrafos (Cristiano, el más atento)... Había futbolistas de verdadero buen humor. Isco y James (el colombiano miraba a Zizou casi con la boca abierta en las charlas), condenados hasta hace un par de días por su poco feeling con Benítez, no pararon de reír y bromear en toda la sesión. Zidane también hizo un aparte con Jesé, otro de los damnificados del técnico recién cesado. El canario lo celebró sin tapujos, incluso, retuiteando un mensaje de un conocido: “Nuevos tiempos, nuevas oportunidades... Vamos!!”. Incluso Benzema, que tanto desacuerdo gestual mostró con Benítez por ser sustituido en Mestalla, parecía más relajado ayer, puede que pensando en que ahora tiene opciones de no ser el primer cambio habitualmente.

Bale. Paradójicamente Bale, del que asegura The Telegraph que está “desolado por la marcha de Benítez” (que ponderó su figura sobre la de Cristiano aunque fuera siguiendo instrucciones del club), fue la única ausencia de la sesión. El galés arrastra un golpe. Pero no tendrá problemas para estar ante el Depor (sábado, 20:30, Canal+ Liga). Zidane dispuso de 25 jugadores ayer (incluidos los tres canteranos Odegaard, Marcos Llorente y Mayoral). Ramos, Danilo y Pepe, aquejados de diferentes golpes, se retiraron al gimnasio antes que el resto.

La sesión duró una hora. En su estreno, Zidane dedicó sólo diez minutos a la preparación física y el resto a diferentes ejercicios con balón en los que trabajó la transición rápida de la pelota, nunca a más de dos toques, y la salida de la presión jugando... Son los primeros cimientos de su Madrid, un Madrid en el que los jugadores parecían más satisfechos que el propio público del Di Stéfano con el último cambio de técnico propuesto por Florentino Pérez.