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UDINESE 0 - INTER 4

El Inter se aferra al liderato

Goleó al Udinese. Icardi y Jovetic allanaron el camino y, casi en el descuento, el propio Mauro y Brozovic sentenciaron. Buen partido de Montoya.

Actualizado a
Gol de Jovetic.
STEFANO LANCIA

Un Inter pragmático y sólido arrolló al Udinese 0-4 en su estadio reforzando su liderato: gracias al triunfo, la squadra nerazzurra ahora goza de una ventaja de cuatro puntos sobre la Fiorentina (que este domingo jugará con la Juve) y cinco sobre el Nápoles (que se enfrentará al Roma). Mancini dio la sorpresa saliendo de inicio con Martin Montoya, que no había jugado ni un minuto en las precedentes 15 jornadas y el lateral disputó un partido ordenado en defensa y positivo también a la hora de atacar, mostrando una gran condición física. Los nerazzurri empezaron bien el choque (Karnezis desvió milagrosamente con el pie un chut de Jovetic totalmente solo en el área), pero el Udinese creció con el paso del tiempo, encerrando a los de Milán en su área. Handanovic salvó a los suyos (enésima vez en este curso), con otro paradón ante Thereau, y los bianconeri parecían controlar el enfrentamiento; sin embargo, un garrafal error de Bruno Fernandes dejó a Icardi solo ante el meta rival, y el argentino (al que hace una semana Mancini dejó en el banquillo), firmó sin apuros su quinto gol en este campeonato.

El tanto no desconcertó a los locales, que siguieron atacando y se volvieron a topar con Handanovic, esta vez tras una jugada de Di Natale. El Inter, astuta, dejaba jugar a sus rivales confiando en las enormes manos de su portero y en la solidez de Miranda y Murillo, una pareja defensiva casi perfecta. Los nerazzurri esperaban otra oportunidad para sentenciar sin despeinarse, y llegó puntual gracias a otro traspié de la defensa rival: Domizzi entregó el balón a Jovetic, que pudo correr tranquilamente hacia Karnezis y batirlo con una vaselina.

En la reanudación el guión fue básicamente el mismo: los de Mancini dejaban la iniciativa a un Udinese que intentaba crear peligro sin mucho éxito, y sentenciaron en los últimos seis minutos con un latigazo de Icardi (que recibió la tercera asistencia rival de la noche, esta vez desde Lodi) y una rosca de Brozovic. Un 4-0 quizá mentiroso, pero que cuenta mucho sobre este Inter, que concede muy poco a sus rivales (apenas encajó nueve goles) y aprovecha cada error de sus contrincantes para castigarlos. Sin los agobios de los compromisos europeos, el conjunto de Milán ya no puede esconderse: el Scudetto ya tiene favorito.