NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ZARAGOZA 2 - PONFERRADINA 0

Diamanka salva a Popovic antes de volver a lesionarse

El Zaragoza decidió el partido en una primera parte notable. Reacción insuficiente de la Ponferradina tras el descanso.

ZaragozaActualizado a
Diamanka salva a Popovic antes de volver a lesionarse
Alfonso Reyes

El partido comenzó y acabó con una pitada a Popovic y los gritos de ¡Ranko, vete ya!, un termómetro muy real de la contestación social que el técnico serbio tiene entre el zaragocismo. A la afición ya no le gusta Popovic ni en las victorias, un serio problema para el club, especialmente porque el Zaragoza, liderado por un gran Diamanka, dejó una primera parte notable en la que barrió literalmente a la Ponferradina, y volvió a ganar después de tres jornadas sin marcar un gol. Gustos al margen, lo cierto es que Popovic se jugaba la cabeza y su equipo le respondió con un triunfo que devuelve al Zaragoza a la zona noble de la clasificación y acaba por el momento con las urgencias más perentorias.

La Ponferradina se presentó en La Romareda encima de la ola levantada por su imponente racha de siete partidos sin perder, pero se encontró a un Zaragoza irresistible. No dio señales de vida en el primer periodo y su apreciable reacción tras el descanso no le alcanzó para nada. Tuvo dos o tres ocasiones claras y las falló todas.

El Zaragoza salió decidido a resolver por la vía rápida y como un goteo incesante las ocasiones fueron cayendo una tras otra en la portería de la Ponferradina. Ortuño primero y Diamanka después tuvieron el gol en sus botas antes de que Pedro cazara un rebote dentro del área berciana y lo mandara a la jaula a los 24 minutos. Para entonces, el equipo de Popovic estaba ya desmelenado, robando en el medio gracias a su superioridad numérica y a su agobiante presión, y soltando rapidísimos contragolpes que no dejaron descansar ni un minuto a Santamaría.

El 1-0 le dio todavía más alas al Zaragoza, que pudo haber resuelto el partido antes de la primera media hora en dos remates de Diamanka y Ortuño que conjuró el portero de la Ponferradina. El asedio no decayó nunca y el segundo gol llegó por puro aplastamiento, en una acción espléndida de Diamanka por la banda derecha, que definió en pirueta Ortuño con la zurda. Como en el gol de Pedro, el balón dio en el poste y se alojó mansamente en la portería, casi a cámara lenta.

No es exagerado decir que el Real Zaragoza ofreció en esta primera parte su mejor fútbol de la temporada en La Romareda, un juego dinámico, rápido, vertical, alegre y con intención, que desbarató por completo a un rival que sólo inquietó una vez a Bono en un trallazo lejano de Álvaro Antón. Todo lo demás lo dijo el Zaragoza, con un omnipresente Diamanka, ayudado por la tarde activa de Ángel y la resurrección de Pedro. Si Ortuño, muy trabajador e incisivo, hubiera estado con la baba del gol, hubiese sobrado toda la segunda mitad, porque el tanque del Zaragoza marcó un gol, pero pudo firmar cuatro.

Todo parecía decidido al descanso, pero a los dos minutos de la segunda parte Diamanka, el mejor sobre el campo, recayó de su dolencia muscular y la marcha del senegalés dejó como paralizado durante un cuarto de hora largo al Zaragoza. La Ponferradina pasó entonces a mandar en el encuentro, acumulando méritos en dos remates de Berrocal y Djordejic, y un gol anulado por fuera de juego a Yuri.

El Zaragoza logró rehacerse un tanto y el partido entró entonces en un continuo ida y vuelta, con oportunidades en las dos porterías. Acorán, tras una salida en falso de Bono, y Yuri pudieron acortar distancias, y Ángel y, sobre todo, Ortuño pudieron aumentarlas, porque Adán sacó un balón debajo de los palos en el descuento con Santamaría batido.

El Zaragoza volvió a ganar y Popovic sigue una semana en el cargo, pero va a tener difícil darle la vuelta a su popularidad en La Romareda.