El Mirandés desaprovecha dos goles de ventaja
Sissoko y Ros igualaron para el Mallorca los tantos de Galán y Salinas, con los que el Mirandés se había puesto 2-0 en el minuto 26. El Mallorca sigue en puestos de descenso.
El Mallorca se llevó un punto de su visita a Anduva ante un Mirandés que dejó escapar una ventaja de dos goles y que pudo perder el encuentro por méritos propios.
El partido no pudo empezar mejor para el conjunto dirigido por los de Carlos Terrazas. En la primera acción de peligro el Mirandés se adelantó y fue gracias a la estrategia. Lucía el minuto cinco de partido en electrónico cuando el árbitro decretó una falta peligrosa en el costado derecho del ataque de los rojillos. Álex García se personó para botar el libre directo, muy bien ejecutado con rosca, que llegó a esa zona de incertidumbre entre la defensa y el portero. Galán, entrando desde atrás, peinó lo justo el cuero para salvar la salida de Wellenreuther y anotar el 1-0.
La ventaja momentánea espabiló ligeramente a los de Albert Ferrer. Campadabal, uno de los más activos en los primeros compases de juego, realizó una buena acción personal por la banda derecha zafándose de Kijera y poniendo un centro tras ganar la línea de fondo que despejó la defensa rojilla.
Tan solo cinco minutos más tarde, Arana obligó a Raúl Fernández a mandar a córner un buen remate del extremo.
La posesión era de los bermellones aunque vestían de blanco, y el Mirandés, consciente o inconscientemente había dado dos pasos atrás en sus líneas.
Y llegó una más para el Mallorca. Una buena jugada de Sissoko, terminó con la pelota en la banda derecha, para que una vez más, Campadabal, pusiera un centro en la frontal del área pequeña que no llegó a rematar Bianchi por poco. Era el minuto 21 de partido.
Por si existían dudas sobre quién estaba más cerca de conseguir el gol, los mallorquines tuvieron una oportunidad de oro, en una contra en la que Ros habilitó a Arana para que éste en el mano a mano cruzara demasiado el esférico a la izquierda de la meta defendida por Raúl Fernández.
Pero el fútbol es caprichoso, y el Mirandés volvió a golpear y a marcar. Álex García se fue en velocidad por su carril, centró al punto de penalti, el portero bermellón Wellenreuther se lanzó para intentar atrapar la pelota, que quedó suelta para que Néstor Salinas, en el sitio justo y adecuado, rematara con el interior de su bota derecha pegado al palo izquierdo y anotase el 2-0.
El ‘Chapi’ Ferrer se desesperaba en la banda, lamentándose por las oportunidades erradas y mirando el electrónico con una desventaja demasiado abultada para lo que había acontecido en la primera hora de partido.
De ahí hasta llegar el descanso, poco más que destacar, con el Mirandés muy cómodo sobre el césped de Anduva gracias a la renta conseguida, mientras que el Mallorca lo intentaba con voluntad pero con falta de ideas sobre todo en los últimos metros.
Tras el paso por vestuarios el Mallorca lejos de venirse abajo salió con la idea clara de que el partido no había terminado y logró acortar diferencias en el marcador a los escasos cinco minutos del segundo tiempo.
Joan Oriol realizó una buena internada por la banda, puso el centro raso atrás, y Sissoko libre de marca cruzó el cuero con su pierna izquierda lejos del alcance de Raúl Fernández.
Pereira y Brandon habían sustituido en el descanso a Company y Arana, y dieron otro aire a los mallorquines.
Con 2-1 en el electrónico los de Ferrer empezaron a creérselo y Pereira tan solo un minuto más tarde lo intentó desde la media luna con un chut raso que se fue a la izquierda de la portería rojilla.
La afición mirandesa entendió que su equipo estaba pasando un mal trago e intentó animar a los suyos desde sus asientos.
De nuevo Joan Oriol, en el 61’ de partido lo intentó desde lejos con un fuerte y seco chut que se marchó a la derecha de la meta de Raúl.
El Mallorca seguía a lo suyo y el Mirandés parecía desdibujado sobre el césped de Anduva. El delantero Bianchi, muy activo fijando a Álex Ortiz, hacía de las suyas y presagiaba lo que pocos minutos después se traduciría en el empate.
Centro de Pereira por la derecha, Raúl Fernández sale en falso, el balón le supera y Ros, solo en el segundo palo, cabecea totalmente solo al fondo de las mallas.
El murmullo se apoderó de la afición rojilla, que no sabía si animar o llevarse las manos a la cabeza por la ventaja de dos goles desaprovechada.
El Mallorca era un vendaval imparable y Terrazas no daba crédito a lo que veían sus ojos. Decidió mover el banquillo para buscar gente de refresco.
Sin embargo, los de Ferrer tuvieron el tercero en una gran contra de Brandon, que se marchó en velocidad y con habilidad de tres jugadores y en el mano a mano su disparo se topó con la rodilla derecha de Raúl Fernández.
Todavía quedaba mucho tiempo por delante y los de Terrazas eran incapaces de reaccionar, mientras que el Mallorca tenía la moral por las nubes y lo seguía intentando.
Rondó el gol hasta en dos ocasiones más el conjunto dirigido por Ferrer. Primero con una acción de Campadabal por la derecha que se fue por zancada y a su centro no llegaron ni Bianchi ni Ros por muy poco. Un minuto más tarde, Pereira volvía a sacar su pierna izquierda a pasear para obligar a Raúl Fernández a emplearse a fondo en una doble intervención.