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BARCELONA 5 - RAYO 2

Neymar, el genio cruel

El brasileño hizo cuatro goles, dos de penalti, con lo que ya es pichichi, y le regaló el quinto a Luis Suárez. El Rayo, que se adelantó y cerró el marcador, mandó la segunda parte: pagó su valentía.
  • -Sigue el partido de la Jornada 34 de laLiga 1,2,3 entre: UCAM vs Rayo

Actualizado a
Neymar, el genio cruel

Neymar castigó con una crueldad exagerada a un Rayo Vallecano que a pesar de la goleada encajada fue, como equipo, por planteamiento y por valentía mejor que el Barça. Pero a ver como le explico yo esta historia a los que no hayan visto el partido, porque si uno ve el marcador se imagina que ese 5-2 se corresponde a un paseo militar del Barcelona.

Nada más lejos de la realidad. El equipo barcelonista las pasó canutas durante buena parte del partido ante un Rayo que, especialmente en la segunda parte, exigió al Barcelona de tal manera, que Bravo se erigió en el salvador del conjunto blaugrana. El equipo de Luis Enrique se estructuró en tres jugadores. A saber: un Bravo estupendo que arregló el descalabro que es la defensa barcelonista; un Sergi Roberto que definitivamente ha dado un paso adelante juegue donde juegue y un Neymar desatado y desequilibrante que se merendó a quien le pusieran por delante.

La exhibición del brasileño fue tremebunda. Por cierto, con los cuatro goles al rayo ya es pichichi de la Liga. Cada vez que controlaba una pelota era ocasión de peligro o penalti. Le hicieron cuatro en 45 minutos, señalaron únicamente dos, que el brasileño, olvidando su último fallo desde los once metros, lanzó con una maestría absoluta sin tomar carrerilla. En la segunda parte, cuando el Rayo le estaba pintando la cara al Barça, en tres acciones aisladas, Ney descosió al Rayo marcando dos goles y dando el pase del quinto a Luis Suárez. Se fue del campo con un póker de goles que el colocan como máximo goleador de Primera División, con una asistencia y dejando una sensación de jugador que puede marcar un época.

Pero más allá de Neymar, Bravo y Roberto, el Barça tiene muy pocos argumentos para salir contento de su actuación de ayer, pues en muchos momentos del partido las costuras que exhibió el equipo de Luis Enrique fueron catedralícias. La defensa sigue siendo un erial en el que Alves, Piqué y Mathieu deberían pagarle una cena a Bravo, que con sus actuaciones maquilló sus errores. El Barça lleva encajados 22 goles en ocho jornadas. En el centro del campo, Rakitic es una sombra de lo que fue el curso pasado y no hay manera de controlar el ritmo del partido. En ataque, por lo menos ayer, el Barça acabó corrigiendo la falta de puntería que tanto le penalizó en Sevilla. Pero, costó. Las primeras ocasiones del Barça se estrellaron en Toño y únicamente la magia de Neymar, que arrancaba penaltis con la facilidad que Larry Bird torturaba a sus defensores provocando personales le permitió al equipo baugrana remontar el gol de Javi Guerra en el minuto 14 al aprovechar la siesta habitual de los zagueros barcelonistas.

Aferrado a Neymar, el Barcelona superó el primer tiempo más mal que bien, pero al inicio del segundo se encendieron todas las luces de alarma en el vestuario barcelonista. El Rayo se comió al Barça en cada metro del campo y los blaugrana se encomendaron a su portero, a la mala puntería de los delanteros de Jémez y sacaron petróleo de las contras, donde Neymar, de nuevo, volvió a ser un martillo para los madrileños.

A pesar del chaparrón que les caía encima, los de Jémez no dieron ni un paso atrás. mantuvieron su apuesta y finalmente, lograron el 5-2 mediante Jozabed. Se dejeron los tres puntos, pero pueden regresar con la cabeza muy alta. Mucho más de lo que pueden decir la mayoría de los jugadores del Barça a los que se enfrentaron.