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GRUPO G | MACCABI 0 - DINAMO KIEV 2

El Dinamo de Kiev resuelve pronto y sale líder de Tel Aviv

Yarmolenko abrió el marcador en el minuto 5' y Moraes sentenció en el 50'. Derlis González dio las dos asistencias. El Dinamo es líder por delante del Oporto.

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El Dinamo de Kiev resuelve pronto y sale líder de Tel Aviv

El Dinamo de Kiev cumplió en Tel Aviv y se coloca líder del Grupo G. El campeón de Ucrania fue muy superior a un Maccabi dudoso, que se complica la vida en la Champions tras no lograr sumar ni un punto en las dos primeras jornadas de la fase de grupos.

Era el choque de la esperanza para el Maccabi Tel Aviv, pero la ilusión duró poco. Yarmolenko abrió el marcador antes de que el conjunto israelí se hubiera acomodado en el césped. Sólo necesitó cuatro minutos el delantero ucraniano para fabricar la jugada perfecta. Aprovechó un pase en largo de Derlis González para plantarse con dos zancadas delante de Rajkovic, controlar el esférico y mandarlo al fondo de la red sin miramientos.

El Maccabi se tenía que recomponer del cubo de agua helada que acababa de recibir. No era tarea fácil. El Dinamo tampoco le dejaba, siempre atento para sorprender al contraataque y sentenciar el partido. Cada vez que recibía el centro del campo del equipo ucraniano se olía el peligro. González, Veloso y Antunes, que se sumaba al ataque con bastante frecuencia, protagonizaban el dominio del equipo de Rebrov. Vermouth y Ben Basat eran los únicos en plantar cara al Dinamo, aunque la suerte no estuvo de su lado en la primera mitad.

El Dinamo de Kiev saltó al césped tras el descanso con el objetivo de buscar el segundo gol, el de la tranquilidad. Y pronto lo logró. Moraes empujó una gran asistencia de Derlis González. Otra vez el futbolista paraguayo fue clave en el tanto, como lo había hecho en el tempranero gol de Yarmolenko.

El cuadro local no bajó los brazos. La ocasión más clara fue una internada por la banda izquierda de Ben Haim que no logró alcanzar ninguno de sus compañeros. Sin embargo, estuvo más cerca de llegar el tercero de los ucranianos, que ya sueñan con los octavos.