MÁLAGA
El Málaga decide hoy sobre el césped de La Rosaleda
Sólo queda una semana para recibir al Villarreal y gana fuerza la opción de cambiar la hierba tras el partido ante el equipo amarillo.
El Málaga deshoja la margarita en busca de una solución que acabe con los problemas que azotan al césped de La Rosaleda. El club se debate entre cambiar ya la hierba o esperar a hacerlo después de recibir al Villarreal, que visitará Martiricos dentro de siete días. Los dirigentes analizan exhaustivamente las opciones que tienen sobre la mesa, pero el margen de maniobra es mínimo. Sólo quedan siete días y se estima que las labores de sustitución de la hierba durarían en torno a cinco días. Parece demasiado arriesgado disputar un partido sobre un terreno de juego que sólo llevaría unas 48 horas colocado. Aun así, desde La Rosaleda aseguraban en la tarde de ayer que la decisión definitiva se tomará en la mañana de hoy.
Nuevos tepes. La opción que gana más enteros y que las fuentes oficiales del club apuntaban como la más factible es la de esperar a cambiar el césped una vez pase el partido contra el Villarreal. Habrá un plazo de diez días entre el choque ante el conjunto amarillo y el siguiente partido a disputar en casa, ante la Real Sociedad (se jugará el 3 de octubre). Por el momento, los operarios trabajan a destajo tratando de recuperar el campo y colocando nuevos tepes de hierba en las zonas más afectadas. El estado del césped preocupa, y mucho, en el seno de la entidad blanquiazul. También en el vestuario.
Gracia ya alertó sobre el campo hace semanas
Javi Gracia fue el primero en alertar hace ya varias semanas del estado del césped del estadio de Martiricos. El técnico navarro se quejó amargamente de la irregularidad que presentaba el terreno de juego de La Rosaleda en vísperas del encuentro contra el Sevilla. Desde el club se confiaba entonces en que la hierba mejoraría con el paso de las semanas. Pero los trabajos llevados a cabo después de la primera jornada no han dado el resultado esperado y la hierba ha empeorado hasta el punto de que ya se considera en el club que la situación exige la sustitución del césped cuanto antes. Sólo falta decidir cuándo, aunque todo apunta a que será después del partido del próximo día 23 ante el Villarreal. También estaría la posibilidad de aguardar al parón liguero que habrá a primeros de octubre. El Málaga dispondría entonces de un periodo de tres semanas para cambiar el terreno de juego. Pero la prioridad es acometer este cambio lo antes posible. El campo es, a día de hoy, un notable hándicap para el equipo de Javi Gracia.