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JUVENTUS - BARCELONA

Messi-Tévez: el mejor del mundo contra el jugador del pueblo

Sobre el césped estará Lionel Messi, que representa el éxito que todo argentino anhela y que al mismo tiempo desprecia; enfrente, Carlos Tévez, el ideal del superviviente.

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Messi-Tévez: el mejor del mundo contra el jugador del pueblo

Los ojos del mundo se paralizarán cuando dos de las máximas estrellas del fútbol argentino se enfrenten mañana sábado en la final de la Champions entre Barcelona y Juventus en Berlín. Pero el duelo entre El mejor jugador del mundo, que es Messi, y El Jugador del Pueblo, como se apodó en su país a Tévez, se vivirá en la Argentina con la pasión que genera una rivalidad como el River-Boca.

En el imaginario de los fanáticos argentinos del fútbol existe un supuesto enfrentamiento entre Messi y Tévez a partir de la exclusión de Carlitos de la selección argentina en el ciclo de Alejandro Sabella, que finalizó con el subcampeonato del mundo en Brasil 2014. Un enfrentamiento que nunca se produjo de facto.

La contraposición simbólica entre La Pulga y el Apache se forjó en la era Maradona, en un duelo silencioso en el cual los dos cracks se disputaban el liderazgo de la celeste y blanca. Allá por 2009, cuando el Pelusa se hizo cargo de la selección argentina le dio a Messi la emblemática número 10, lo que fue visto como un traspaso de mando entre quien mejor vistió aquella camiseta y su heredero.

Pero Maradona puso a Tévez en un escalón más alto que el del crack del Barça en el sentir argentino: le puso el mote de Jugador del Pueblo. Y creó la antinomia con Messi. Un enfrentamiento que impide que buena parte de los argentinos disfruten del talento de los dos delanteros sin compararlos; una rivalidad que fue alimentada por buena parte del periodismo del país.

Tévez fue el jugador que más defendió a Maradona cuando concluyó su ciclo después de caer en octavos con Alemania en el Mundial de 2006. Lo que siguió lo condenó: en la era Batista, Argentina cayó frente a Uruguay por penaltis en la Copa América del 2011 frente a Uruguay, y Tévez erró uno de los lanzamientos.

Sabella. En el comienzo de la era Sabella, el entrenador le dio todo el protagonismo a Messi que merecía por su estatus de mejor jugador del mundo: le dio el brazalete de capitán de la albiceleste y con ella lo convirtió en participe de buena parte de las decisiones que se tomaron en el seno del equipo. De ahí que la exclusión de Tévez en el ciclo del entrenador haya sido evaluada como el resultado de un problema personal y no futbolístico.

Nunca el seleccionador acabó de explicar por qué el goleador del Calcio no tenía lugar en su equipo. Y lo fundamentó en el sistema utilizado para hacer brillar a Messi: con los cuatro fantásticos (Messi, Higuaín, Agüero y Di María) Tévez no tenía sitio. Y Argentina fue al Mundial de Brasil sin el Apache.

Las personalidades de ambos cracks difieren tanto, que fueron un condimento más en la comparación: Tévez el que siempre saluda al público, el que hace bromas con la prensa, el que canta el himno y se besa la camiseta argentina. Messi, en cambio, el que es más moderado en sus demostraciones, el que prefiere el perfil bajo, y se recluye de la prensa para limitarse a hablar con la pelota en los pies.

Tévez y no Messi es quien representa para buena parte de los argentinos, el que más se emparenta a Maradona. Carlitos surgió de la absoluta miseria de la Villa de Fuerte Apache. Gambeteó el hambre, la droga y las balas jugando al fútbol en un potrero. Triunfó en el equipo del pueblo, Boca Juniors, y emigró a Europa donde engrandeció su leyenda en la Premier y en Italia. Incluso él, el Apache, cuando se despidió de Boca para marcharse a Corinthians anunció que se iba “cansado de que lo persigan como a Maradona”..

Messi es el ideario de lo que los argentinos desearían ser y en el fondo desprecian: el argentino de clase media, capaz de superarse a sí mismo, pero que encontró su camino en el exilio, se formó en una escuela europea como es La Masía y triunfó en el fútbol de élite. Su existencia fue un descubrimiento tardío y lejano para los argentinos, ya que nunca vistió la camiseta de uno de los equipos grandes del país. Y la genialidad de Messi aún sigue siendo incomprendida en para buena parte de sus compatriotas.

Gerardo Martino zanjó la polémica en cuanto le nombraron director técnico de la selección. Y aunque le hubiera gustado alinear a Messi y a Tévez en algún partido de su ciclo, intentará juntarlos en la próxima Copa América.

Aunque mañana serán rivales, las esperanzas de la selección argentina estarán puestas en lo que Messi y Tévez puedan realizar para su equipo en Chile. Pero mañana serán rivales y pelearán por la corona europea.