El Getafe se salva y el Eibar esperará a la última misa

El Getafe se salvó y estará un año más en Primera. Serán doce, completando su campanada, algo que nadie adivinaba cuando ascendió a Primera. Para el Eibar, el empate resultó un mal menor. El menor daño posible en una jornada que, de haber perdido en el Coliseum, le hubiese puesto con los dos pies en Segunda. Ahora estará toda la semana encendiendo velas, pero llega a la última jornada con opciones de salvación y no le han tocado malas cartas. Jugará en Ipurua contra el Córdoba, colista y ya descendido, mientras que peor lo tienen sus compañeros de penas: el Granada recibirá a un Atlético que necesita un punto para cerrar la tercera plaza y el Almería recibirá al Valencia, que precisamente necesita puntuar porque el Sevilla le puede levantar el puesto de Champions. El Deportivo visitará al Barça, sin más.

El partido, más que jugarse sobre el césped pareció disputarse enla atmósfera. Losbalones caían llovidos todo el rato, al menos en la primera parte, y de cabeza llegaron las ocasiones. La primera fue de Manu el Moral, en el 6'. Le correspondió BabÁ en el 28' y tamBién lo intentó Arruabarrena en el 30.

Getafe y Eibar estaban dispuestos a derribar el fútbol a cabezazos. Lo lograron. El 1-0 lo anotó Freddy de cabeza a saque de esquina de Pedro León. El 1-1 fue un plagio del 1-0. Sacó Javi Lara, despejó Guaita y cabeceó Borja adentro en una jugada muy mal defendida por los getafenses, pues los que intentaron sacar el remate estaban dentro de la portería.

Entre un gol y otro apenas pasaron tres minutos. Para la siguiente ocasión, en cambio, hubo que esperar 20 minutos más. Fue ya en la segunda parte, un remate bienintencionado de Arruabarrena que escupió el poste derecho. Al Getafe le temblaron hasta las pestañas. El Eibar lo notó y a por él que se fue. Con Saúl, con Arruabarrena y Javi Lara pisando terreno ajeno. Saúl se jugó una frivolité intentando sorprender a Guaita con una vaselina desde fuera del área, pero donde el puso el ojo no puso el balón y el intento le salió desviado.

Conociéndose la derrota del Almería, el empate ya no parecía tan feo. Al Getafe le aseguraba la permanenciay alEibar le permitía llegar con vida para jugársela el última día, así que no hubo más ocasiones. Ni peligro. Tampoco hubo besos y abrazos al final. La mayoría de los aplausos se los llevó Diego Castro al ser sustituido. Sonó a despedida.