La Real tampoco para al Barça
Un gol de Neymar en el 51' y una chilena de Pedro al final tumban a una Real ordenada pero sin mordiente y da una victoria clave al Barça a dos jornadas para el final de Liga.
El Barcelona ganó la Liga sindical de la AFE tras derrotar a la Real Sociedad por 2-0. Según los planes de Villar y de Rubiales la Liga se tiene que acabar a dos jornadas del final y el triunfo del Barcelona ante la Real le da el título de forma matemática a los catalanes. Y si la huelga, como todo apunta, se desconvocara cinco minutos antes de las 18.30 del próximo domingo, también se puede decir que el equipo blaugrana anda como un cohete hacia el título. De cabeza, mejor dicho, porque el gol de Neymar a los 50 minutos de partido al rematar de testa una asistencia de Messi (oh, sorpresa) le abrió las puertas al equipo blaugrana del título.
Hasta el gol del brasileño sufrió el Barcelona de lo lindo, porque en virtud de una ley no escrita en fútbol que dicta: “Cuanto más te acercas a un éxito, más se padecen los partidos y más bueno es el portero rival”, el Barça sufrió en sus carnes el recital de Gerónimo Rulli, que se llevó dos goles inapelables, pero que a lo largo de la primera parte salvó hasta en tres ocasiones a su equipo ante remates de Messi, Neymar y Piqué. Tres paradones como tres soles que mantuvieron la tensión en el Camp Nou hasta que primero Neymar con un certero remate de cabeza y luego, Pedro de chilena descomunal, tumbaron la resistencia de los txuru-urdin, que no se jugaban nada en la clasificación, pero que disputaron el partido como si les fuera la supervivencia del club en ello.
Llegaba el Barcelona al partido tras la catarsis europea ante el Bayern del miércoles y Luis Enrique decidió mover piezas en el equipo donde le está permitido. Es decir, en todas partes menos en la delantera, donde siguieron jugando los 90 minutos los ’tres pepinos’ a pesar de que Suárez ya dejó claro al inicio de la segunda parte que no podía con su alma.
La inclusión de Bartra, Adriano, Rafinha y Mascherano como mediocentro fue un claro mensaje doble de Luis Enrique, que por una parte advertía al Bayern que el martes este equipo se va a tomar muy en serio la vuelta de semifinales y por otra, que confía mucho en su fondo de armario. No obstante, en los momentos complicados, Iniesta y Busquets tuvieron que salir a asentar el resultado.
Porque al Barcelona le costó lo suyo decidir el partido. De entrada, Rulli estuvo estupendo cada vez que se le exigió y porque el equipo de Luis Enrique pagó la orgía de carreras que se pegaron hace tres días ante los alemanes. La primera parte fue de claro dominio barcelonista, pero el aficionado barcelonista, de naturaleza pesimista, se fue al descanso pensando que lo peor estaba por llegar y que si no se había aprovechado la primera parte, iba a tocar sufrir.
Neymar, a los cinco minutos de la reanudación, conjuró el sufrimiento de los aficionados culés con un gol de cabeza propio de delantero listo y oportunista que pone la Liga en manos de la solidaridad sindical o del Atlético de Madrid, escojan la opción que quieran, porque el Barça, a jornada que pasa, asegura más su dominio.
De la Real, se puede decir que no hizo un mal partido, que incluso ofreció fases de buen juego, pero se fue del estadio barcelonista como el resto de ilustres visitantes que han pasado por el feudo blaugrana ultimamente. Sin marcar un gol ni casi exigir al portero local. Pedro, que salió al campo en la segunda parte de nuevo como falso centrocampista certificó la victoria del Barcelona con una chilena espectacular que suponía el 2-0 y llevaba al Barcelona a las puertas una Liga que dependerá ahora de los rivales y de los sindicatos. Con la huelga en la mano, el equipo de Luis Enrique ya es campeón. Falta ver ahora lo que dicta el fútbol, que no parece que vaya a tener una opinión muy diferente.
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