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CELTA 1 - MÁLAGA 0

Nolito rescata tres puntos en el 89' gracias a un fallo de Tissone

El delantero hizo en el último minuto de partido el único gol. El Málaga ve peligrar la séptima plaza y el Celta se asienta en la zona media cómoda.

Actualizado a
Nolito rescata tres puntos en el 89' gracias a un fallo de Tissone
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Empecemos por el final. El partido agonizaba y los aficionados más apresurados de Balaídos ya enfilaban los vomitorios en busca de una cena tardía. Caminaban resignados a renunciar al sueño europeo. Entonces apareció el trío de oro para desactivar el despertador. Orellana conectó con Santi Mina, el joven talento vigués se abrió hueco en la banda y realizó el bien llamado pase de la muerte a la zona roja del área. Tissone erró en el despeje y le dejó el camino libre al duende para que frotara la lámpara mágica y mantuviera vigente el sueño celeste. Nolito no perdonó a la media vuelta, con el reloj avisando del final. Fue la muerte para el Málaga. Es la vida para un Celta que suspira por Europa.

Hasta ese minuto final, el encuentro no defraudó lo más mínimo. Bajo el guión previsto, los dos equipos se comportaron fieles a su estilo. Son garantía de espectáculo. El Celta comenzó dominando, con una primera media hora primorosa en la que hicieron todo perfecto en la línea de tres cuartos. Le faltó pólvora. El Málaga se desquitó con un serio aviso. Darder envió el balón al palo tras un pase de Samu.

En la segunda parte, Amrabat salió dispuesto a pelearse hasta con los vigilantes de seguridad. Mantuvo una bonita pugna con Cabral, pero fue incapaz de culminar la batalla con un golpe certero. El turco fue protagonista de la jugada polémica. Sergio pudo cometer penalti sobre él. Dudoso. Tras esa acción, el Celta contestó con una gran jugada de Augusto, un centro perfecto de Orellana, un buen remate de Charles al larguero y el gol cantado para Hernández. Tan cantado que falló en boca de gol a puerta vacía. El chileno le debe una buena cena a Nolito. Su error no se recordará.