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LEVANTE 1 - SEVILLA 2

El Sevilla presiona al Valencia

Dominó en la primera parte e hizo la diferencia con goles de Gameiro y Reyes. En la segunda parte Uche hizo el 1-2 y un buen Levante le hizo sufrir hasta el final.

Actualizado a
El Sevilla presiona al Valencia

Salió vivo el Sevilla de Orriols, pero con el miedo en el cuerpo. Tras un paseo triunfal en el primer tiempo, los granotas apretaron los machos al final y a punto estuvieron de lograr otra machada. Pero Emery maneja ahora mismo a una de las cinco mejores plantillas de la Liga. Y cayeron dos goles como pudieron ser más por poco que hubieran pisado el acelerador.

Salió el Levante con la inercia de la goleada de hacía tres días en Almería, pero pronto le cortaron las alas. Nueve minutos escasos. Los que tardó Gameiro en dejar en evidencia a Juanfran y ajustar al palo de Mariño. No decayeron los granotas, eso sí, como en otras ocasiones. Pero el partido en sí era un espejismo. Un dominio engañoso de los azulgrana que presagiaba que en cualquier momento su rival metería una marcha más y lo atropellaría. Sin demasiado peligro para un Sergio Rico que se lució con una palomita a tiro de El Zhar desde la frontal. Y poco más. Así, llegó el acelerón. Casi más encontrado que buscado. Malentendido entre Mariño y Morales que no pudo desaprovechar Gameiro para servir a Reyes en el segundo palo. Solo tuvo que empujar. El KO definitivo pudo llegar al filo del descanso cuando Pareja reventó el larguero en una falta desde la frontal dejando aún alguna esperanza a los granotas para una nueva heroicidad.

Aun sin Barral en el campo (sustituido en el descanso), por ganas no quedó. Siguieron probando los granotas con ocasiones claras de Uche, casi en la raya de gol, Morales o El Zhar. Probó José Mari nada más salir pero antes de que Iborra y Bacca pudiera sentenciar de no ser por Mariño y el larguero, fue Kalu quien puso la intriga con un cabezazo certero. Lástima para Orriols que se quedaran en la orilla y bien para el Sevilla que se pudo marchar con un botín que vio peligrar por momentos.