El Eibar frena su caída libre a costa de un Granada sin gol

Granada y Eibar se sabían contra las cuerdas. Los andaluces llevan demasiadas jornadas en la zona de descenso y los vascos asomaron por Los Cármenes con una obsesión: acabar con la sangría de derrotas (ocho seguidas). El fútbol quedó para otro día. Expuso más el Granada. Por una cuestión de necesidad, por su condición de local y porque, siendo realistas, tiene muchos más recursos a pesar de que la clasificación y sus méritos dicen lo contrario.

Casi todo quedó ahí, en voluntad. Y en un tímido arrebato empujado por el corazón tras el descanso. Hubo varios avisos de Colunga, Córdoba, Robert y Nyom. Pero fue el visitante Bóveda, con dos remates de cabeza, el que más cerca estuvo del gol. Oier lo impidió.

El Eibar pasea por Primera su cartel de novato, pero conoce bien el oficio. Garitano exprimió con tino sus piezas y su equipo sumó su primer punto de la segunda vuelta y frenó su alarmante caída libre. Tuvo que ser a costa de un Granada al que le cuesta un mundo hacer gol y que sólo fue capaz de arrancar silbidos a su afición. El Granada sigue en el pozo. Mucho tendrá que cambiar si quiere un desenlace diferente esta temporada.