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RAYO 2 - VILLARREAL 0

El Rayo somete al Villarreal

Muy recuperados, los de Paco Jémez derrotaron a uno de los equipos de moda de la Liga gracias a los goles de Bueno, en racha, y Kakuta.

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El Rayo somete al Villarreal
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A veces una misma acción desemboca en un resultado antagónico. Ambos técnicos apostaron por los cambios en el once, Paco pensando en espolear a los suyos para conseguir una victoria en Vallecas que se les resistía y Marcelino, con la mente puesta en su próxima cita de Europa League. Por fin el Rayo zanjó los vicios adquiridos en defensa, que habían espantado tantos puntos en el pasado, e hizo del Villarreal un rival inocuo en cuanto vio puerta. Ni los cambios enderezaron el rumbo del Submarino, a la deriva.

Paco lo prometió en la previa y cumplió con ‘su revolución’ apostando por Nacho en el lateral izquierdo, innovando con Fatau y Jozabed como pareja de baile en el mediocampo y con Licá permutando en las bandas con Kakuta. Precisamente el portugués debutó con los franjirrojos en El Madrigal, donde cuajó un gran partido y ayer pasaron por su cabeza algunas de las ocasiones locales más claras en la primera mitad. Baptistao le secundaba picando un balón que atrapaba Asenjo. Avisaban los locales. Era el momento y el lugar, llegó la hora de espantar fantasmas.

Mucho fue el tiempo de tanteo entre ambos contendientes: midiendo los pases y repartiendo las ocasiones. El Villarreal tuvo dos muy claras. La primera oportunidad llegó en un disparo de Víctor Ruiz, que se marchó alto (20’), y en la segunda, Gio se quedó solo ante Toño, después de un gran pase en largo, pero en el mano a mano no consiguió ángulo y disparó desviado (27’).

El Rayo no perdía el empuje y las pulsaciones se le aceleraron tras el descanso. Se barruntaba el gol cuando un centro de Kakuta rematado por Baptistao declinaba en un córner. Ahí apareció Bueno, el pichichi local (ya suma ocho dianas), para controlar y bajar un balón que terminó en el fondo de la malla. La confianza de los franjirrojos iba in crescendo y Marcelino movió ficha quemando sus tres cambios en tan sólo tres minutos. Tiró de artillería, pero era pólvora mojada. Extrañaron algunas ausencias como la de Bruno.

El Rayo tenía varias cuentas pendientes. Quería sacudirse su mala racha en casa (no ganaba desde el 23 de noviembre) y sacarse la espina de la primera vuelta. En Vila-real marcaron Bueno y Kakuta. El turno del francés no se hizo esperar: cazó un centro de Licá. También hubo tiempo para una doble ocasión de Vietto, que desbarató el poste primero y un gran Toño después. Vallecas recuperó la sonrisa con la victoria y la vida pirata ayer sonó de otra manera...