Arruabarrena anula el 'efecto Florin' y la racha del Córdoba

Pasada la treintena, a Mikel Arruabarrena no le abandona el carácter guerrero de futbolista hecho a sí mismo, que ha conocido la elite con la madurez. Mikel es la viva imagen de un Eibar que nunca se rinde y que gracias a él ganó otro punto (27,17 a domicilio) para seguir más cerca de Europa que del descenso. Mikel empató un tempranero tanto de Florin Andone (9 segundos) y detuvo así la racha victoriosa del Córdoba, que iba camino de ganar su tercer partido consecutivo. 

Hay un hombre para cada momento y lugar. Ese hombre en El Arcángel, ahora mismo, se llama Florin Andone. Nació en Rumanía, pero el fútbol lo ha mamado todo aquí. Su familia emigró a Castellón y, tras pasar por las inferiores del Vinaroz, recaló en el Villarreal, que le cedió la campaña pasada al Atlético Baleares. Este verano, (y Fernando Roig se estará tirando de los pelos) le dejó libre. Gratis total, el Córdoba vio en Florin, 21 años, una promesa para su filial, pero un Djukic desesperado tiró de él hace un mes. 

Florin marcó en Copa y luego, en Liga, se ha agarrado a la titularidad con la fuerza del huracán, con dos goles y medio (el de Vallecas fue en propia puerta) que han dado tres victorias, que han sacado a los blanquiverdes y lo alejan del descenso a la velocidad de la luz. 

Y así, como un rayo, Florin apareció Florin en el 1-0 del Córdoba, el más rápido en esta Liga, cuarto en la historia del campeonato. El rumano achuchó tras el saque de centro del Eibar, cortó un balón y, tras combinación con Fede Cartabia y jugarse el pecho, definió al primer palo de Irureta. El cronómetro marcaba menos de lo que han tardado en leer esta frase: 9 segundos. 

Florin ha desplazado a Ghilas a la izquierda y el argelino cumple como extremo pasador y a menudo definidor. La incorporación de Bebé, recién cedido por el Manchester United, multiplica esa calidad, esa chispa, que a ratos (pocos) aporta Fede. Pero el Córdoba es, sobre todo, más efectivo. Sigue contando sus ocasiones con los dedos de una mano. Es, eso sí, mucho más compacto atrás y muerde al contragolpe. 

Al Eibar se le ha marchado Albentosa, al Derby County, y con él, quizá, algo de fortaleza defensiva. Falto de minutos, de 'reprís', Ekiza debilitó a la defensa eibarresa. El excentral del Athletic estuvo blando en el tempranero 1-0 y luego lo pasó mal con Florin, con Ghilas y con todo el que pasaba por su zona. En ataque, el Eibar asustaba algo a balón parado y con Piovaccari, que pidió dos penaltis (ninguno pareció) haciendo la guerra por su cuenta. 

Tal mal estaba Ekiza que Garitano le quitó al descanso. Comenzó la segunda parte con poco espectáculo, así que Teixeira Vitienes, Fernando, decidió montar una locura de concierto de pito. Expulsó a Campabadal por doble amarilla (quizá su único acierto), no amonestó a Lillo por un claro agarrón a un Ghilas que se escapaba y sí echó a Piovaccari por una presunta entrada dura que en realidad apenas fue resbalón. Compensación, antigüedad. Afortunadamente, la tormenta iniciada por el colegiado cántabro duró sólo unos minutos. 

Y dio paso, con más espacios y más cansancio (10 contra 10) a algo de fútbol. Pudo matar Florin en dos buenos contragolpes, pero el que empató fue Arruabarrena, recién entrado, al rematar un magnífico centro de Saúl Berjón. En el Murcia, Saúl dio 20 asistencias. En el Eibar ya lleva seis. 

El Córdoba tiró arriba con más orgullo que precisión. Y Crespo la tuvo en el descuento, pero Irureta, otro de los pilares sobre los que se asienta este Eibar (casi) indestructible le adivinó la intención y el defensa cabeceó a sus manos..