El Celta marca tras 725 minutos sin hacerlo y arranca un punto

Al final los ajos hicieron efecto y el Celta consiguió espantar a las meigas de Balaídos. No fue fácil y antes hicieron su último servicio de brujería. Orellana y Sergio fueron las víctimas, Diego Alves su representante en la tierra. A los ocho minutos el meta comenzó su exhibición con una sensacional parada ante el chileno. El pase de Hernández dejó solo al extremo y parecía imposible errar. La mano salvadora del brasileño demostró que no. En el otro área, Rodrigo era la principal amenaza. Todo hacía indicar que se situaría en la izquierda para hacer la función de los ausentes Piatti y Gayà. Sin embargo, Nuno lo ubicó en la derecha, con libertad de movimientos, y la defensa céltica no supo cómo pararlo. En su primera acción, centró al área y Alcácer estuvo a punto de marcar de cabeza.

Con el duelo lanzado, Otamendi cometió un claro penalti sobre Charles. Balaídos se frotaba los ojos pensando que por fin podrían celebrar un gol de su equipo. No se dieron cuenta que a once metros del cuero estaba el mayor especialista de la historia. A Diego Alves le han lanzado 37 penaltis en todas las competiciones y ha parado 17 de ellos. Además, uno fue al larguero y otro, fuera. Es decir, solo le han marcado 18. Con tal efectividad, Orellana tenía las de perder y así sucedió. Por si esto fuera poco, Sergio tragó en el gol de Rodrigo. Las meigas seguían presentes.

Cambio. En el descanso, Berizzo dio entrada a Nolito por el lesionado Hugo Mallo. Se lastimó, curiosamente, el mejor hombre local en la primera parte. Otra vez las meigas... El gaditano entró con la escoba y barrió todos los fantasmas. Orellana se redimió de sus dos graves errores y empató el duelo. El Celta tuvo dos ocasiones para remontar, pero entre Alves y la falta de puntería evitaron el triunfo celeste.