Malestar en el Madrid por el egoísmo de Bale en Mestalla

Bale siempre ha dado muestras de ser un jugador muy individualista. Son bastantes las cabagaldas que el galés lleva en el Madrid sin levantar la cabeza y prefiriendo resolver en solitario antes que habilitar a un compañero mejor posicionado para marcar. Sin embargo, su egoísmo colmó la paciencia del madridismo el domingo en Mestalla. En el minuto 58, Isco le mete un balón en profundidad, tras la pifia de la defensa valencianista en el saque de una falta. El galés arrancó en velocidad desde el centro del campo, mientras Benzema le acompañaba por el carril central libre de marca y en óptima posición para marcar. El resultado era 1-1. Pero Bale ignoró la posición del francés y resolvió en solitario de forma deficiente ante la presión de Otamendi y Diego Alves. La acción hasta provocó el enfado del impasible Benzema, mientras Ancelotti mandaba calentar de forma inmediata a Jesé.

Tampoco el galés se salvó de la recriminación de Cristiano. El portugués buscó con la mirada en varias ocasiones galés hasta que puedo reprocharle su individualismo. El malestar del cuerpo técnico y de los jugadores con Bale se incrementó cuando en el minuto 64 Otamendi marcó el 2-1. Seis más tarde, Ancelotti sentaba al galés, quien abandonó el césped caminando y siendo consciente de que la decisión técnica era un castigo por la jugada del minuto 58. Y es que el técnico italiano no se ha cansado de defenderle públicamente ante las dudas generadas en ocasiones por su poca implicación en el juego, pero en privado también le ha exigido que adquiera mayor compromiso colectivo.

Precisamente, la sustitución de Mestalla ha sido la más tempranera de las seis que ha ‘sufrido’ Bale en la presente temporada. En el derbi liguero del 13 de septiembre ante el Atlético ya había sido cambiado en el minuto 71 (uno más tarde que en Valencia) después de haber cuajado también una pésima actuación. En el seno de la cúpula madridista había bastante ilusión por lograr el récord Guinness de victorias consecutivas y se cree que esa jugada de Bale podía haber sido determinante para lograrlo. De ahí que en la directiva blanca también haya malestar con el galés por su reiterado individualismo. No obstante, se le considera uno de los pilares del equipo.