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VILLARREAL 3- DEPORTIVO 0

Mucho Vietto para el Depor

El argentino firma otro doblete, deja al Villarreal a un punto de Champions y deprime a un rival en caída libre. Jonathan hizo el 1-0. Pina fue expulsado.

Actualizado a
Mucho Vietto para el Depor

El futuro es del Villarreal en general y para Vietto en particular. Por talento, por orgullo, por hambre y, sobre todo, por juventud. Ante el Depor, el equipo de Marcelino volvió a demostrarlo con su quinta victoria seguida en Liga, guiado por una defensa impecable (cuatro partidos ligueros consecutivos sin recibir gol) y con una delantera demoledora en la que la estrella argentina sobresalió de nuevo con otro doblete.

Los dos goles de Vietto (ya lleva 12 este curso) sentenciaron a un rival deprimido sin talento ni pegada y con demasiados achaques en defensa. Pero quien abrió la lata fue Jonathan, fruto de una salida sin especular. Su tanto a los diez minutos, sin ser un prodigio de belleza, describe muy bien a este Villarreal. Robo en medio campo, toque rápido y vertical en busca del espacio, disparo con mordiente y llegada masiva de los centrocampistas al área. Así aprovechó el hermano de Giovani un despeje defectuoso de Fabricio tras un zurdazo de Cheryshev. Y así, con el mismo modus operandi, reinó el Villarreal. Un gol, por cierto, que premia la solidaridad de Jonathan para jugar en banda y que le devuelve a las portadas tras no marcar desde junio de 2012 con el Barça B.

El Villarreal siempre dio la sensación de poder golear. El Depor ahora mismo no es rival. Quiere y la soba, aunque poco más. Venía en línea ascendente y se va cuesta abajo y sin frenos. Vietto pudo matar antes el partido, pero igual que comienza a tener las grandes virtudes de los goleadores, también algunos de los peores vicios: ante el Depor no vio más que puerta y a veces pecó de egoísta. Olvidando que también es buen asistente (seis pases lleva). Siempre apoyó con inteligencia a sus mediocentros, se complementó de maravilla con Uche y Gio, y abrió buenos balones a las bandas. Pero dentro del área se transforma. En un par de ocasiones pudo asistir y prefirió jugársela. Ahí, el Villarreal perdió una buena ocasión de sentenciar a un rival con demasiados miedos. La primera ocasión visitante llegó en el 66’. El Depor no sabe bien a lo que juega y así, no hace más que complicarse.

Giovani se incorporó tras el descanso por el lesionado Uche y sus ganas desequilibraron aún más el partido. El Villarreal impuso su físico al del Depor y por ello comenzaron a llegar las ocasiones. Gio falló la primera tras otro paradón de Fabricio. Vietto tuvo otra en la que volvió a pecar de chupón. Después, hubo una fase de relax en la que el Depor tiró de orgullo con un par de aproximaciones peligrosas. Era un espejismo. Otro mal despeje en la defensa gallega y otro rearme vertiginoso del Villarreal echó el cierre al partido. Pase de Bruno al hueco, centro de Víctor Ruiz y remate de Vietto. Una jugada maestra patentada en El Madrigal. El 3-0 fue una copia con el mismo goleador, esta vez con Giovani como iniciador del galope y con Cheryshev, un gigante por la banda, como asistente.

Con el tercer tanto llegaron los pensamientos navideños y los gemelos del ruso dijeron basta por un desgaste soberbio con los tres cambios ya hechos. Además, González González expulsó a Pina, recién salido, por atropellar a un rival sin querer y tras escurrirse. El Depor aprovechó tanto despropósito para estirarse e intentar maquillar el caos. Aun así, Cavaleiro no tuvo puntería y el Villarreal, hasta con nueve, no pasó apuros. Por talento, por orgullo, por hambre y, sobre todo, por juventud.