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VILLARREAL 2 - GETAFE 1

El Villarreal cambia la estética por la eficacia y tumba al Getafe

Los goles de Mario y Gerard Moreno devuelven al Submarino la sonrisa pese a que el Getafe le superó en varias fases. Lacen puso emoción en el 61’ con un gran zurdazo.

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El Villarreal cambia la estética por la eficacia y tumba al Getafe
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El Villarreal cayó cuatro veces en Liga enamorando y aprendió en el parón que debía cambiar su hoja de ruta. Por salud y matemáticas. Menos toque y más eficacia. Más contundencia y menos regalos. Así ganó al Getafe. Sin gustarse ni gustar, pero matando. Y así encara el futuro. No fue mejor que su rival en muchos momentos del partido. Sobre todo en los primeros veinte minutos de cada parte. Sin embargo, su solidez le mantuvo en pie, su eficacia le dio ventaja y la solidaridad le permitió no perder más puntos en el descuento como los últimos que se le habían evaporado. Mario primero y Gerard después encarrilaron un partido que únicamente Lacen se atrevió a cuestionar después.

El Getafe compareció en El Madrigal con firmeza. Recordando que en sus últimas salidas (Anoeta y Riazor) había ganado y que en las últimas dos visitas a Vila-Real también había reinado. Musacchio, Bruno y Gio estaban presentes en todos los supiros de la grada. El equipo de Contra gozó de ocasiones liderado por Freddy y Yoda pero incomprensiblemente se diluyó al trote de Sarabia y Lafita. El Villarreal, sin pilares en los que apoyarse (Cani y Uche fueron suplentes), se juntó entonces, apretó más y mejor y se adueñó del partido. Cheryshev se puso al frente. El extremo ruso tuvo cuatro ocasiones y fue incordio para la defensa azulona. Ahí fue cuando el Villarreal se encontró con dos goles que descompensaron demasiado un partido muy igualado. Mario acertó primero tras un gran pase al hueco de Vietto que buscaba su internada. El capitán ya es el pichichi del equipo allá desde el lateral. Gerard hizo el segundo tras una buena dejada de Cheryshev. El ariete nunca falla a su cita.

El Getafe no se entregó pese al mazazo sabedor de que no había hecho nada malo. Regresó del descanso enfadado y recuperó un encuentro que se le había escapado. Los cambios ayudaron. Así, fruto de su orgullo, Sammir conectó con Lacen en el borde del área y el mediocentro se sacudió un zurdazo impecable que entró silbando el palo. El Villarreal comenzaba a dudar con media hora en el horizonte mientras el Getafe se vino arriba sin la puntería necesaria. Gabriel y Pina mantuvieron el orden y la entrada de Cani dio al Villarreal la seguridad de la que adolecía. Sobrevivió, recuperó la sonrisa a la espera del Borussia y recordó que en Primera conviene ganar y gustar. Por este orden.