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LIGA ADELANTE

El exárbitro Delgado Ferreiro agrede a un joven en El Sadar

Intentaba mediar en una fuerte discusión entre su padre, un empleado de Osasuna, y el actual delegado federativo. No quiso hacer declaraciones.

Actualizado a
Delgado Ferreiro, exárbitro.

Los últimos instantes del partido entre Osasuna y Ponferradina y el colofón del mismo fueron muy tensos. Nada más pitarse el final, en las escaleras que conducen del palco a la zona mixta, se formó un tumulto con un empleado, José Mari Iglesias, y algunos allegados de éste implicados, fruto del cual surgió un comentario: “Con vosotros, los árbitros, siempre igual”. Luego se fue acalorando más la discusión.

Según testigos presenciales, Carlos Delgado Ferreiro, excolegiado vasco y que ejercía de delegado federativo, entró al enfrentamiento verbal, defendió a su colega López Amaya y perdió los nervios. Así, se revolvió y lanzó algunos manotazos. Varios de ellos impactaron en el rostro de O. I. un joven de 20 años que era ajeno al comentario que suscitó la inesperada reacción. Se trataba del hijo del empleado del club, que intentaba calmar y defender a su padre, y acabó golpeado y arañado, lo que le provocó sangre en la barbilla. Posteriormente se formó un grupo más amplio y tuvieron que frenar al empleado y el exárbitro.

Delgado Ferreiro inicialmente no quiso hacer declaraciones. Quedó retenido luego por la Policía para tomarle declaración y esclarecer los hechos; el joven y su progenitor decidieron no presentar denuncia.

Un nutrido grupo de periodistas aguardó al excolegiado para conocer su versión de los hechos. El coche de los árbitros salió de forma acelerada con un viajero cubierto simulando que era Delgado Ferreiro. Fue una astuta maniobra, ya que el protagonista de los tristes incidentes abandonó el campo por otro lugar, en la puerta cuatro.

El portugalujo firmó un acta que se levantó para ir por vía admnisitrativa a la Comisión Antiviolencia, según confirmó el coordinador de seguridad. Un manchón en el historial de un hombre que cuando ejerció de árbitro soportó estoicamente todo tipo de zancadillas.