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CÓRDOBA 1 - CELTA 1

Cartabia salva el empate ante un Celta que estuvo magnífico

El Córdoba logra su primer punto en Primera tras 42 años. El equipo gallego, un ciclón al que sólo le faltaron más goles, perdió fuelle al final del partido.

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Cartabia salva el empate ante un Celta que estuvo magnífico
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El Arcángel celebró su regreso a Primera salvando el empate con un gol que llegó cuando al menos igualó también en intensidad, en orgullo, con un Celta mandón y dominador, excelente equipo. El equipo gallego había dominado por completo el partido, precisamente, hasta que logró adelantarse en el marcador. Aturdido por la intensidad rival y quizás también por la vuelta a la elite después de cuatro décadas, el Córdoba apenas pasó del centro del campo con peligro en toda la primera parte. Sólo le animaron las ganas de López Silva y la calidad de Cartabia, el único capaz de chutar con cierto peligro en toda la primera mitad y el que luego salvaría el resultado. Llegados al descanso, las ocasiones, la posesión, las tarjetas, un gol anulado (bien, por fuera de juego) y los protagonistas estaban vestidos todos de negro y celeste, de un ciclón de equipo al que le faltaba lo más importante, el gol.

No fue el día de Larrivey, incapaz de rematar ninguno de los muchos balones que pasaron por su lado en el área cordobesista, pero tiene buena pinta este Celta de Berizzo. Se le nota a la legua el 'Bielsismo' al entrenador argentino, ayudante del extécnico del Athletic de 2007 a 2010 en la selección chilena: presión, intensidad, buena ocupación de los espacios... Con todo eso derrotó al Getafe y lo mismo volvió a exhibir esta vez, sobre todo durante unos primeros 60 minutos magníficos a los que sólo les faltó mejor definición.

Empujado por la velocidad y el regate de Nolito y Orellana, dos puñales, el Celta amenazó con amargar la primera tarde de Primera de Córdoba en mucho tiempo. Sobre todo cuando, después de mucho avisar, consiguió inaugurar el marcador. Ese gol llegó a poco de salir del vestuario. En su enésima incursión peligrosa, Orellana chutó raso y Juan Carlos, que le había detenido una al chileno en la primera parte, le puso guantes blandos al balón sin lograr evitar que éste entrara (0-1, 52').

Lejos de hundir, el gol en contra espoleó, quitó los complejos al Córdoba. Y pareció ralentizar al Celta, quizá cansado por el esfuerzo y por el intenso calor (35 grados) reinante. Con orgullo y pasión, el equipo de Ferrer se echó arriba y fue recompensado pronto con el empate. Borja avisó y Cartabia, otra vez él, la mandó dentro tras un flojo despeje de la defensa celeste (1-1, 60'). El empate y el cansancio cambiaron en la recta final la decoración del partido, menos volcado hacia el área local, más correcalles. Charles, excordobesista, provocó que un balón se marchara al palo y luego a Xisco le faltaron metros para concretar un gran contragolpe de Cartabia. Al final, pudo ganar cualquiera. Pero no lo hizo ninguno.