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VALLADOLID 1 - VILLARREAL 0

Oxígeno para el Valladolid

Un gol de Rueda en la primera parte le dio un triunfo balsámico al equipo de JIM. El Villarreal dominó en la segunda parte pero le faltó chispa para empatar.

ValladolidActualizado a
Oxígeno para el Valladolid

El Valladolid logró una victoria muy importante ante el Villarreal a base de actitud, de defender bien y de maniatar a un rival, que no dio la talla, que no demostró en ningún momento la posición que ocupa.

Sin duda, antes del partido el protagonista fue el alemán Ebert, quien informó por la mañana a su entrenador de que no tenía la cabeza para jugar y de esta manera fuerza su salida en este mercado de invierno. Esta semana habrá noticias, pero es difícil que el extremo logre reconducir la situación. Dice el refrán que a enemigo que huye, puente de plata.

En la primera parte, el Villarreal salió a especular, a esperar la ocasión delante de Mariño, pero los centrocampistas no encontraron ni a Gio, ni a Uche y el Valladolid respiró. El equipo de Juan Ignacio estuvo serio, no quiso forzar y buscó sus ocasiones, pero sin desvestirse mucho en defensa, donde debutó Mitrovic.

De esta manera, el gol sólo podía llegar a balón parado. Rossi sacó una falta en el costado izquierdo del ataque y Jesús Rueda remató de cabeza a la portería de Asenjo. Un amigo batía a otro amigo. Ambos eran el corazón y la sangre del Valladolid B hace seis años. Ha pasado el tiempo y los dos últimos productos de la cantera pucelana que permanecen en Primera se encontraron esta tarde, de nuevo.

En la segunda parte, el Valladolid no se echó demasiado atrás. Quiso buscar el gol de la sentencia, pero no lo encontró. Al menos, tuvo más el balón, no se precipitó y jugó unos buenos minutos con grandes aportaciones de Larsson, Rukavina, Óscar y Rossi.

A la actitud, sumó el juego. Es lo mínimo que se le puede pedir. Mientras tanto, el Villarreal no apareció, pero sí tuvo la ocasión que esperaba. Uche se plantó solo delante de Mariño, que se convirtió en Casillas ante Robben en la final del Mundial. El portero volvió a salvar a los suyos y ya son incontables las veces que el gallego es protagonista.

Sin embargo, el mayor susto se lo dio el césped al portero. Cuando el partido se acababa un disparo sin peligro, tropezó en una zona de césped levantada y Mariño despejó con muchos problemas.

De esta manera, el Valladolid coge aire, Juan Ignacio salva la cabeza y el Villarreal entra en depresión. Tras tres victorias consecutivas y cuando se hablaba de Champions, de nuevo, como dijo Marcelino, la fastidiaron.