ALMERÍA 0 - ESPANYOL 0
Almería y Espanyol empatan a bostezos; Verza falló un penalti
El partido estuvo marcado por el penalti del minuto 20 a favor del Almería. Verza marcó pero el árbitro obligó a repetirlo y lo mandó a las nubes.
El aburrimiento fue el principal invitado en un Almería-Espanyol que empezó y acabó con ritmo, pero que no tuvo nada de nada entre medio. Dos equipos bien plantados a la espera de que alguno de sus jugadores de calidad diera el paso adelante, cosa que no hicieron ni Suso ni Aleix Vidal en el Almería, ni Sergio García o Torje en el Espanyol.
Pero sí había alguien con ganas de reclamar protagonismo y ése era Del Cerro Grande. Acertado en señalar el absurdo penalti de Torje a Suso en el 21 y a la hora de mandarlo a repetir (Verza acabó fallándolo) se enfrascó en una guerra con el banquillo del Almería que acabó con Francisco expulsado. Un árbitro de Primera debe saber que las protestas existen y que los equipos se juegan mucho más que él.
La primera parte deambuló en un duermevela. Primero los bostezos los daba el Almería, concediendo dos claras ocasiones que las desbarató, como siempre, Esteban. Después fue el Espanyol el que cayó en esa somnolencia propiciando llegadas más claras del Almería, que tampoco fueron nada del otro mundo. Luego comenzó la guerra de protestas y no se jugó a nada, llegándose al descanso con más presencia en el área rival del Espanyol pero con un penalti fallado en las alforjas del Almería.
La segunda parte fue un despropósito. El partido se convirtió en un correcalles que nunca acababa dentro de las áreas. Descontrol y falta de criterio a partes iguales que no se pudieron solventar con los cambios. Sólo Lanzarote mejoró algo al Espanyol pero la desconexión con los delanteros era total. Ya en el tramo final, el Almería perdió el miedo a la derrota y con más corazón que cabeza se fue arriba. El resultado fue que no disfrutó de ninguna ocasión clara y que regaló una contra al Espanyol que Thievy mandó fuera en boca de gol.
Con el marcador inicial se llegó al final. Ambos suman un punto más y confirman la sensación de que si sus protagonistas no asumen su rol, les queda todo un 2014 de partidos de este tipo.