GRANADA 0 - VALENCIA 1
Jonas resuelve en el descuento
El delantero brasileño volvió a ser decisivo en el estadio de Los Cármenes. Su gol de última hora dispara al Valencia tras un encuentro tan igualado como aburrido.
Fede rescató la ilusión y Jonas sacó del hoyo a Djukic hace cuatro días. Esta vez Fede se ausentó de la causa che pero el ejecutor repitió faena, con un simple toque en el último suspiro, para salvar a un Valencia sin fútbol y aturdido tras el devastador incendio provocado por Rami en la víspera. Con Fede muy desdibujado, como casi todos, Jonas se buscó nuevo socio para colocar más crédito en el depósito de Djukic.
Fue Canales quien dinamitó el partido en el último tramo. El zurdo aprovechó la candidez final del Granada y en especial de Ighalo, tan voluntarioso y aguerrido como limitado técnicamente. El nigeriano mandó al limbo dos contragolpes en un minuto y posibilitó la acción que Banega y Canales convirtieron en el 0-1 definitivo. 0-1. Números malditos en Los Cármenes.
Tres partidos, tres derrotas con idéntico marcador en lo que va de Liga. La suerte huye del Granada, que ayer, sin excesivos alardes, mereció acabar con la sequía de puntos y goles que está martirizando su principio de temporada en casa. Expuso más el equipo de Alcaraz, que apenas concedió opciones al cuadro che hasta ese arreón final comandado por Canales.
Trató de asustar de salida el Granada, volcando el campo hacia la derecha y dando rienda suelta a esa sociedad que forman Nyom y Pereira y que generó los mayores quebraderos de cabeza a la zaga valencianista. A los ocho minutos, la banda diestra rojiblanca ya había fabricado dos sustos para Diego Alves, pero al remate de El Arabi le faltó fuerza y a Buonanotte se le notó en exceso que no domina bien el fútbol en las alturas. Lo suyo es jugar a ras de suelo, no con la cabeza.
El Valencia, sorprendentemente, no entró en el cuerpo a cuerpo. Se limitó a despreciar el balón, dejar pasar los minutos, esperar una contra milagrosa y confiar en el golpeo a balón parado de Banega.
No le sentó bien el descanso a los locales. El Valencia siguió en sus treces, no jugar a nada y confiarlo todo al impagable esfuerzo de Javi Fuego. Alcaraz dio libertad a Brahimi y su equipo encontró alguna rendija. Insuficiente. El gol se ha puesto en huelga en Los Cármenes y sólo encontró acomodo en los pies de Jonas, héroe para Djukic. Villano, otro más, para un Granada sin pólvora.