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COPA CONFEDERACIONES I ASÍ ES BRASIL

Espera Brasil: músculo, fiereza y los destellos de Neymar

Scolari dirige a 23 hombres, pero cuenta con 12. El centro de la zaga sufre y arriba falta creatividad y sobra dependencia de los hombres de ataque.

MadridActualizado a
El once tipo de Brasil en esta Copa Confederaciones.

España ya está en la final de la Copa Confederaciones 2013 y allí espera el anfitrión. Brasil, vigente campeón de la competición tras levantar el título en Sudáfrica 2009, ha caminado en este ensayo del Mundial que organizará el próximo verano con más tino en los resultados que en el juego. El histórico practicante del ‘jogo bonito’ hoy, de la mano de Luiz Felipe Scolari, prefiere el pragmatismo y basa su fútbol en tres puntales: solidez defensiva, agresividad y la fantasía de sus hombres de arriba, Neymar sobre todo, para decantar la balanza.

Pese a la amplitud y calidad de su convocatoria, ‘Felipao’ ha sostenido a la selección carioca sobre apenas 12 nombres, lo que no le ha impedido ganar sus cuatro partidos, con 11 goles a favor y 3 en contra. Seis de sus hombres (Jefferson, Filipe, Jean, Réver, Cavalieri y Jádson) no han llegado a debutar en la competición y otros cinco (Fernando, Lucas Moura, Dante, Bernard y Jo) no acumulan ni una hora sobre el césped. Scolari cuenta con un once fijo, distribuido en 4-3-3 sobre el verde, y la alternativa de Hernanes para dar refresco en la media a Óscar o Paulinho.

En la meta no hay dudas: pese a que ya no milita en un equipo ‘top’, Julio César es el portero de Brasil. El cancerbero del Queen’s Park Rangers fue vital en las semifinales ante Uruguay al detenerle un penalti a Forlán con empate a cero. La defensa es punzante en los costados, con Dani Alves y Marcelo, pero se ha mostrado insegura en el centro. En semifinales, David Luiz provocó un penal ingenuo y Thiago Silva regaló el balón con que Cavani igualó el choque.

Luiz Gustavo, como volante de contención, con Óscar y Paulinho en los interiores, conforman el trivote medular. Músculo, intensidad y rigor defensivo que reducen la chispa a la mínima expresión y ceden el desequilibrio al tridente de ataque. Hulk, por banda diestra, aporta vértigo pero adolece de pegada y definición. Fred, en punta, comenzó frío y recibió críticas –Scolari salió en su defensa: “Él siempre responde”-, pero su doblete ante Italia y el primer gol contra Uruguay se han tornado vitales. Y Neymar, por la izquierda, es la joya de la corona.

El último fichaje del Barcelona ha hecho tres goles, ha dado dos más y es el principal peligro por desborde, imaginación y calidad pura. Se le achaca su intermitencia, desaparecer en exceso de los partidos durante largos ratos, pero esas aportaciones esporádicas son, en buena parte, la razón de que Brasil esté en la final del domingo en Maracaná.