NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Los orígenes del canterano blanco

La historia de Álvaro Morata corre paralela a la de Raúl

Morata es el reciente máximo goleador del Europeo Sub-21 (cuatro tantos), el canterano blanco será miembro de pleno derecho del primer equipo. Cumple así su sueño.

Actualizado a
La imagen corresponde a la fiesta del ascenso del Castilla a Segunda, en 2012. Carvajal y Morata coincidirán de nuevo esta temporada en el primer equipo.
Jesús Aguilera

Ha pasado ya mucho tiempo desde que Álvaro Morata colocaba sillas en el jardín de su casa como si de rivales se tratasen. Mucho. "Se desvivía por el fútbol", recuerda Javier Martínez, su entrenador en el colegio El Prado de Mirasierra. Eso no ha cambiado. El Bota de Oro del Europeo Sub-21 sólo tiene una aspiración: triunfar en el Madrid. Su deseo toma ya forma. "El presidente me ha dicho que me quedo", aseveró Morata el miércoles en El Larguero.

Real Madrid Club de Fútbol

De corazón madridista, Morata profesa una gran admiración por Raúl. La historia parece haber dibujado una notable semejanza en el inicio de ambas carreras. Los dos pasaron por la cantera del Atlético y debutaron en Primera en La Romareda. Todavía hoy las fotos del legendario 7 lucen en su habitación. Un día, su familia le hizo un montaje fotográfico con su cara sujeta por el cuerpo de Raúl. "Algún día serás tú", le dijeron.

Su pasión por el blanco no se vio aminorada nunca a pesar de la insistencia de su abuelo Ignacio, rojiblanco confeso. Fue él quien presionó para que hiciese las pruebas de la escuela del Atlético cuando tenía once años. A los cinco minutos le dieron el visto bueno, pero su padre no aprobó el ingreso porque aquel curso no había ido bien en los estudios. Al año siguiente obtuvo la anuencia necesaria. "Me dejó alucinado", recuerda Luis Villalobos, el primero que confió en él en el Atlético.

Evolución. Sus condiciones técnicas asombraban a todo el mundo que le veía. "Yo siempre le decía a los compañeros que le diesen el balón para que inventase algo", cuenta José Luis Giménez, su técnico en el Infantil rojiblanco. "En edad de cadete pegó un estirón terrible. ¡Creció casi 20 centímetros de un año a otro!", añade Giménez. "Eso le provocó muchas lesiones", analiza Armando de la Morena, quien le entrenó en su último año en el Atlético. Morata apostó fuerte. Lo estaba pasando mal y se decidió por un cambio de aires. "Todos recomendamos que no saliese, pero había una predisposición por Borja Bastón (este curso ha jugado en el Huesca). Salió al Getafe desahuciado", sentencia Villalobos.

Su paso por el conjunto azulón relanzó su carrera. Morata recuperó el ánimo y el fútbol. "Hizo una temporada espectacular. Al final estuvo entre el Cadete y el Juvenil C, una situación parecida a la que ha vivido este año. Ese es su secreto. Todo le parece bien", señala Dani Arias, quien le moldeó en el Getafe.

El Madrid se interesó por él y el Atlético lo quiso recuperar. No dudó a pesar de los intentos de su abuelo Ignacio. "Yo al Atleti nunca", repetía Morata. De blanco encontró su sitio natural. "Entró en 2008. Sabíamos que llegaría alto", rememora su entrenador en el Juvenil C, Sergio Piña. El siguiente paso era la llamada de la Selección. Ginés Meléndez se lo llevó al Mundial Sub-17 y luego al Europeo Sub-19 donde se convirtió en el máximo goleador con seis tantos. "Quedé prendado por su capacidad de aprendizaje", afirma Ginés. El Juvenil A, el Real Madrid C y el Castilla fueron sus siguientes conjuntos. Ahora el primer equipo le espera.