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GETAFE 2 - REAL ZARAGOZA 0

Colunga sigue en vena

El Getafe se llevó los tres puntos del Coliseum gracias a los goles de Colunga y Escudero. Muñiz echó a Loovens y a Pedro León.

Actualizado a
Colunga sigue en vena

Mientras el Getafe mete la directa rumbo Europa, el Zaragoza ensombrece su futuro y su coqueteo con el descenso se hace oficial. De nuevo fue Colunga quien hizo saltar el partido. El delantero asturiano lleva seis goles en los últimos siete partidos, dejando de marcar únicamente en el Bernabéu y en el Camp Nou, cuestiones perdonables. 2013 está siendo para él tan gratificante como negativo para el Zaragoza, que aún no ha ganado un partido en el año y que acumula ya nueve jornadas seguidas sin ganar. A los de manolo Jiménez siempre les quedará el consuelo de la temporada pasada, cuando tras estar 14 jornadas sin vencer finalmente se salvaron en la última jornada.

Getafe y Zaragoza fueron un calco de inicio. Idénticos esquemas, 4-2-3-1, batalla en el medio y los dos puntas haciendo guerra particular con los centrales. El más necesitado fue el que tomó la responsabilidad inicial, y el Zaragoza comenzó a bailar el balón de banda a banda. El Getafe se sentía cómodo replegado, a la espera de lanzar sus temidas contras con la rapidez de Barrada, Pedro León y Colunga. Rochina y Montañés llevaron los primeros nervios al área azulona.

El empuje del Zaragoza tuvo reflejo: dos remates y dos saques de esquina en los diez primeros minutos. Dos fogonazos de Rochina, quien arrancando desde la derecha inició dos diagonales hacia el interior finalizadas con remates lejanos.

En la portería visitante debutaba como titular el canterano Alcolea. Se le notaron los nervios en su primera acción, cuando al intentar despejar de puños lo hizo con suerte contraria saliendo el balón en dirección a su portería. La jugada no tuvo consecuencias y el portero luego se templó, no pudiendo adjudicársele más culpa en la derrota que a sus otros compañeros.

En el minuto 21 llegó el 1-0. nació en un pase largo de Borja desde su campo, tirado a la espalda de la defensa rival, y que fue recibido con un gran control por Pedro León. Generoso el murciano, le puso el balón a Colunga en el área pequeña sólo para empujarlo. No falló el delantero asturiano y marcó, pero con un mucho de fortuna, ya que se tropezó en su intento de remate y, en su caida, acabó marcando con la rodilla. Cuando un goleador está en racha es capaz de marcar hasta desde el vestuario.

El Getafe concentró su dinamita por la banda derecha, con Pedro León haciendo mucho daño a Abraham, corriendo tras él como quien persigue a un ladrón. Tuvo el empate el Zaragoza en el minuto 42. Al saque de un córner, Loovens se anticipó en el salto a Moyá y remató. El balón silbó el larguero. Otro cabezazo de Postiga, aunque en posición muy forzada, cerró la primera parte.

Jiménez movió ficha sin demora y a los cinco minutos de la segunda parte quitó a Movilla y sacó a Víctor Rodríguez. Pasó de jugar con tres pivotes a hacerlo con tres mediapuntas. Le costaba mucho al Zaragoza entrar en ataques estáticos. El Getafe estaba bien parapetado y sólo sufría sobresaltos a balón parado.

Antes del meridiano de la segunda mitad cayó la guillotina para el Zaragoza. Una mano voluntaria de Loovens para cortar un ataque azulón significó su segunda amarilla. El Zaragoza con 1-0 en el marcador y con uno menos en el campo. La acción tuvo doble castigo, ya que en el saque de la falta llegó el 2-0. Escudero lanzó desde el vértice izquierdo del área buscando la escuadra izquierda de Alcolea, pero el balón tropezó en la barrera, descolocó al portero y acabó entrando por el palo derecho.

El Getafe tenía el partido de cara. Con dos goles a favor y el contrario con un jugador menos sólo era cuestión de saber administrarse, de esconder el balón, de dormir el partido. A Pedro León le tuvo que parecer que aquello era demasiado fácil y decidió equilibrar las fuerzas, viendo dos tarjetas consecutivas en poco más de un minuto.

Media hora por delante y los dos equipos con diez jugadores.

El Zaragoza necesitaba dos goles para salvar el empate, premio menor, pero que le mantendría a tres puntos del descenso. Los cambios de Jiménez fueron demasiado conservadores y el Zaragoza sólo se acercó con remates muy lejanos.

La derrota pudo ser más sonora para el Zaragoza si en el 86' Muñiz Fernández no anulara un gol de Alexis al rematar de cabeza un córner. El salto del defensa fue limpio, pero el árbitro imaginó que se apoyó en la espalda de un defensa.