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EL CARRUSEL

Kaká: soplo de optimismo

El Barça y el Madrid tuvieron que remontar un gol en contra para llevarse los puntos ante Depor y Sevilla. No fue un buen partido de ninguno de los dos grandes.

Actualizado a
Kaká.
EFE

El Espanyol requería un simple ajedrez

Martin Petrov está de vuelta. El búlgaro fue uno de los fichajes sorpresa del Espanyol en el mercado invernal y ayer tuvo minutos en el Calderón. De su paso por el Atlético se recuerda una trayectoria de más a menos y, sobre todo, una enorme afición por el ajedrez. Acostumbrados a grandes auriculares que aíslan a unos de otros en las concentraciones, Petrov siempre ha fomentado el compañerismo mediante algo tan simple como las partidas de ajedrez. Por eso se llevó el tablero allá donde fue y por eso Barcelona no es una excepción. Aguirre sabe que su veteranía está contribuyendo a la reacción. También sabe las piezas que le guían. Las del ajedrez, ni más ni menos.

Alcolea: de hincha a héroe en unos días

El paso de la grada al césped a veces es muy corto. Demasiado corto. Una semana es lo que ha necesitado el portero del Zaragoza Pablo Alcolea para darlo. Ese es el tiempo que ha transcurrido entre estar viendo al equipo como un aficionado más a defender la portería ante el Valencia. El destino le tenía guardado algo que hace un par de años, cuando asomó por el primer equipo, no pudo cumplir. Esta vez se ejercitó a las órdenes de Jiménez y la lesión de Roberto, en un entrenamiento, y la expulsión de Leo Franco, ya en el partido, situaron a Alcolea de inesperado protagonista. Un sueño hecho realidad. Un capricho del azar. De aficionado a héroe en sólo unos días.

Villa y el gol: una relación que no desiste

El único argumento de Villa para alimentar el debate entre él y Alexis son los goles. Considerable argumento, por cierto. El asturiano, lejos de su plenitud física, continúa siendo un sinónimo infalible de gol. Durante mucho tiempo se ha hablado de la influencia que Messi tiene sobre el equipo y también sobre él. El fulgor del argentino deslumbra al resto. En cierto modo es normal. Por eso Villa tuvo que cambiar de rol, pasar de ser un delantero centro de movilidad constante a un falso extremo zurdo con la línea de banda más cerca que la portería. La mutación, sin embargo, no ha mermado su facilidad goleadora. Quien nace goleador, muere goleador. Y eso es precisamente en lo que Villa supera con creces a Alexis. Un goleador frente a un agitador. Hasta Tito Vilanova lo sabe bien.

El cometido del técnico en paro

Solemos hacer mucho hincapié en los jugadores en paro, aquellos que se quedan sin equipo y mantienen la forma ejercitándose en solitario con conjuntos de Regional que les abren un hueco. Pero, ¿qué pasa con los entrenadores sin banquillo? Ellos no tienen la posibilidad de estar en activo más allá de su propia voluntad por ver fútbol y continuar ligados a esta pasión suya que es dirigir. Precisamente a eso se ha dedicado Abel Resino durante el año que ha pasado desde su destitución en el Granada a su fichaje por el Celta. Sesiones maratonianas de sillón ball manteniendo vivo su espíritu de entrenador. Viajes a países extranjeros como Inglaterra con el fin de que los métodos de trabajo, de conceptos futbolísticos, le sirvieran para mejorar sus prestaciones. En definitiva, un esfuerzo personal por mejorar que luego se ve reflejado cuando una puerta se abre. A Abel se le abrió la del Celta y en su estreno logró tres importantes puntos. Seguramente había pensado en momentos así a lo largo de este duro año.

Un medio centro que dejó el balonmano

Illarramendi fue el dominador absoluto del mediocampo en el derbi vasco. El joven realista sigue creciendo a pasos agigantados y con el espejo de su ídolo Xabi Alonso en el horizonte. Illarra, como se le conoce en su pueblo -Mutriku-, compaginó balonmano y fútbol durante su infancia en la escuela, pero siendo alevín la Real le convenció para que disputara el Torneo de Brunete. Allí comenzó una relación de muchos años con el conjunto txuri-urdin que ahora le lleva a ser un jugador capital de la primera plantilla. Serenidad, elegancia y toque. Una combinación perfecta para controlar, a sus 22 años, todo un derbi vasco. Augurio de algo grande, sin duda.

Las buenas notas de Beñat eran básicas

Beñat resolvió el partido del Betis ante el Málaga con la calidad de sus lanzamientos a balón parado. Siempre es importante tener un especialista como él para este tipo de jugadas. Sus saques de córner y falta sirven para desatascar partidos. Es curiosa la evolución que ha sufrido Beñat en su carrera. Durante su etapa en la cantera del Athletic fue central, hasta que su baja estatura invitó a algún técnico a ponerle de mediocentro. El resultado fue perfecto. También se le recuerda en las categorías inferiores de la Selección por la exigencia que sus padres tuvieron siempre con él en los estudios. Si no sacaba buenas notas, no jugaría el fútbol. Dicho y hecho. Y menos mal...

No hay sillón para gente como Bueno

El Madrid y su uso de la cantera sirven de constante discusión. Pocos de los jugadores que se forman en La Fábrica llegan al primer equipo, pero es innegable que muchos sí lo hacen a distintos clubes de Primera. Uno de ellos es Alberto Bueno. El que fuera pareja de Mata en las categorías inferiores del Madrid cada vez está más asentado en el Valladolid. En Vallecas dio dos asistencias y un gran tiro al poste. Y no fue el único exmadridista que brilló esta jornada. Riki marcó con el Depor, precisamente al Madrid, y Soldado participó en el primer gol del Valencia en Zaragoza. Suele ser lo habitual. Excanteranos blancos desperdigados y dejándose ver. Aunque sea lejos del Bernabéu.

El personaje: Kaká

Kaká vuelve a amagar con ser el que un día fue. Aunque sean pinceladas sueltas, como las de las últimas semanas ante Rayo y Depor, se agradece. Su talento y calidad están fuera de toda duda, como también lo está que en el Madrid no han aparecido ni la mitad de las que dejó en Milán. Hay quien, desengañado con el brasileño, no cree en más resurecciones. Normal. Pero quizá la diferencia entre este y los anteriores arrebatos sea el exhaustivo plan físico que está llevando a cabo para lograrlo. Su ilusión es recuperarse a tiempo para el Mundial de Brasil del año que viene y el reto merece la pena. Por eso se le ve ágil, dinámico, resistente. Se ve, otra vez, al gran Kaká.