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REAL MADRID - MANCHESTER UNITED

Un partido de gloria, historia, leyenda y Cristiano Ronaldo

El jugador portugués eleva la moral del Real Madrid y amenaza al Manchester United. Essien, Xabi Alonso y Khedira, opción táctica ante los medios de Ferguson.

Actualizado a
De Gea, Ferdinand, Van Persie y Rooney, entre los jugadores del United más aclamados.
Felipe Sevillano

El talento del Real Madrid le hace favorito esta noche: tiene jugadores de más calidad y compone un equipo superior. Las apuestas están a su favor (1,58 por euro apostado) y la opinión generalizada incide en la misma idea. El Manchester United, en la mejor de sus versiones, pasaría por un Madrid menor: notables delanteros e indisimulada inclinación al contragolpe. En las debilidades, sin embargo, no hay comparación. El equipo de Ferguson no destaca ni en la creación ni en la solidez defensiva. Parece imposible que no salga con varios goles del Bernabéu y con alguno de Old Trafford. Pronóstico claro, por tanto, nos vemos en cuartos.

Lástima que no sea tan sencillo. El partido ofrece otras perspectivas, además del primer vistazo. Quizá lo que más le distingue de cualquier otro encuentro es su carácter trascendental, última bala para que el Madrid salve la temporada. Esa enorme responsabilidad se hará notar como algo vaya mínimamente mal. O tal vez no haga falta ni eso. Ocurrió contra el Bayern, hace casi un año: después de un inicio fulgurante, el equipo se fue encogiendo hasta el cadalso de los penaltis.

A nadie extrañaría que Mourinho, conseguido el primer gol, replegara a su equipo y entregara la pelota al United. Teóricamente es un movimiento irreprochable, pero ya se ha demostrado otras veces que congelar la euforia en favor del raciocinio no es cosa que vaya ni con el Madrid ni con el Bernabéu. Así se le fueron a Mou dos Clásicos contra el Barça en campo propio y por insistir en el mismo argumento se complicó la vuelta de la pasada Supercopa, 2-0 de arranque y luego asedio azulgrana con diez jugadores (2-1). Las grandes noches europeas del Real Madrid no fueron jamás arrebatos interruptus.

La presencia de Essien en la conferencia de prensa de ayer ("los que hablan en la previa, son titulares", dijo Mourinho en cierta ocasión) sugiere la opción del trivote como primera medida de precaución. Las piezas encajan. Xabi Alonso está renqueante y puede necesitar ayuda. De otro lado, Di María anda reñido con las musas y con el entrenador. El trivote ("triángulo de presión alta", recuerden) sería el contrapeso a una previsible línea de cinco, con Rooney incrustado entre los centrocampistas del Manchester.

Nivel. Habrá quien se pregunte, y no le faltará razón, que por qué convertir el partido en una batalla táctica cuando se podría ganar la guerra con simple y puro fútbol, los de siempre y como siempre. Habrá quien replique, y también estará en lo cierto, que el partido no es equiparable a los que acostumbra a jugar el Madrid en su campo, festivales ligueros contra pistolas de agua. Lo de hoy sólo admite comparación con las visitas del Dortmund (2-2), City (3-2) y Barcelona (2-1), y en cada caso hubo goles en contra y problemas de consideración.

Cristiano, como siempre, será el factor X. Llega en su mejor momento, físico y anímico, estimulado por la presencia de su mentor y de su anterior equipo, con superávit de goles y de amor. La misión de Van Persie y Rooney será sumar un Cristiano entre ambos y la de Benzema, caso de que lo logren, deshacer el empate.