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REAL BETIS-VALLADOLID

El Betis recupera a Beñat pero no puede superar al Valladolid

Los pucelanos aguantaron el empate a pesar de quedarse con uno menos el último cuarto de hora por expulsión de Rukavina. Molina falló un gol cantado.

Actualizado a
Beñat tuvo que ser vendado en la cabeza.
Beñat tuvo que ser vendado en la cabeza. MORENATTIDIARIO AS

Un lunes más triste que todos los lunes, sin goles, el que firmaron Betis y Valladolid aunque quizá mereciera más el equipo local, único capaz de crear juego y ocasiones de peligro aunque no fueran demasiadas y aunque su delantero titular, Molina, pareciera incapaz de marcar por varias horas que se llevara rematando. Rescata el punto el Valladolid, que llega a los 30 y se felicita el Betis por haber recuperado a su estrella, Beñat, que volvió a hacer un partido decente aunque no sirviera para la victoria y aunque su equipo, tras esta jornada, se haya quedado fuera de los puestos europeos.

Salió una primera parte sin salsa ni ocasiones de verdadera mención a excepción de alguna llegada que provocaron Campbell y Beñat. Al costarricense le sobró algún regate y también algún chut desviado mientras al vasco, que por momentos retomó esa versión suya que vale 15 o 20 millones de euros, le faltó un poco más de fuerza en el mejor intento del acto inicial, una volea que hizo dudar a Dani Hernández. Moría la buena circulación de balón del Valladolid en tres cuartos de campo, y la del Betis lo hacía en el área, falto de remate ante la ausencia de Rubén Castro y la falta de precisión de Jorge Molina.

No tuvo la noche el alcoyano, incapaz de hacer que la grada heliopolitana se acordara de Rubén Castro en varias ocasiones, sobre todo en una pelota que, a cuatro metros de gol, Molina mandó a las nubes cuando se el 1-0 ya se cantaba. Fue la antítesis de Campbell, aunque el costarricense también despercidió una clara ocasión en otro pase de, quién si no, Beñat, El Valladolid apenas si compareció en ataque y cuando lo hizo fue más por tímidos errores defensivos que por su capacidad para generar pases interiores, desaparecido en combate que anduvo Óscar hasta que una rigurosa (o más bien equivocada) expulsión de Rukavina provocó que Djukic le quitase del campo y su equipo optase definitivamente por encerrarse en su área en un cuarto de hora intenso, repleto de balones a la olla del Betis y de rechaces pucelanos, pero en el que sólo Amaya pudo verdaderamente anotar el 1-0. Balenziaga despejó bajo palos y rescató un meritorio punto para su equipo.