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NUMANCIA-MIRANDÉS

Numancia y Mirandés, con la pólvora helada en Los Pajaritos

El Numancia reclamó un penalti de Aitor sobre Juanjo en los últimos minutos cuando éste encaraba a Goitia. Pino Zamorano no señaló nada y el 0-0 fue inamovible.

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Numancia y Mirandés empataron sin goles en el derbi regional castellanoleonés de la Liga Adelante, un resultado que les condena, en especial al equipo soriano, a seguir mirando a los puestos de descenso de la clasificación. El Numancia sigue profundizando en sus problemas clasificatorios, tras vencer por última vez hace un mes, frente a Las Palmas, en la reanudación de la competición y sigue sin encontrar ni el acierto en el remate ni la fortuna necesarias para aliviar su situación cada día más delicada. Por contra, el Mirandés suma un punto, a base de trabajo y sacrificio, que alimenta su buena racha iniciada con el Año Nuevo.

El encuentro se pudo desequilibrar en el descuento, pero lo que parecía un penalti de Aitor sobre Juanjo, cuando éste encaraba a Goitia, se saldó con una tarjeta amarilla para el delantero rojillo. En el primer derbi regional de estos equipos en la Liga Adelante, el Mirandés avisó primero y estuvo cerca de poner cuesta arriba el encuentro al Numancia en los primeros minutos. El ex-numantino De Cerio aprovechó un despeje en falso de la defensa rojilla para lanzar contra la meta defendida por Herrerín. Acto seguido (minuto 4) su compañero Aitor pudo romper la igualada al rematar un balón en la frontal del área grande, que despejó a córner Herrerín. Fueron las ocasiones más claras del conjunto burgalés, que después sufrió las embestidas locales, hoy mejor conducidas por Bedoya de enlace y Nagore de eje en la medular. Pedro, que debutaba en Los Pajaritos, avisó tras robar un balón al central César Caneda, que fue al suelo sin necesidad, pero su disparo se le fue muy desviado. La ocasión más clara llegó al cuarto de hora. Un centro colgado de Natalio desde la izquierda fue cabeceado por Cedrick, en el borde del área pequeña, tras anticiparse al lateral Corral. Pero Goitia sacó una mano salvadora cuando se cantaba gol. Bedoya, tres minutos después, pifió el remate en el primer palo en un córner. Fueron las ocasiones más claras del Numancia, cuando llegaba el ritmo del partido, ante un Mirandés sin más ambición que dejar su meta a cero y que volvió a generar peligro (minuto 23) en un córner, donde a Díaz de Cerio le sobró el último regate. Goitia volvió a sacar otra mano salvadora a la media hora de juego, en un lanzamiento de Juanma desde el borde del área grande que llevaba camino de gol. Y poco más en una primera parte donde el Mirandés amagó primero pero el Numancia lo hizo después con más peligro. En la reanudación, el Mirandés aumentó su repliegue para defender un resultado que, a falta de otro mejor, le parecía bueno. En los veinte primeros minutos, el conjunto burgalés apenas miró la meta de Herrerín. Por contra, el Numancia sumó un ramillete de oportunidades a las que le faltó un buen remate. La velocidad de Cedrick en la banda izquierda desequilibró la defensa burgalesa pero sus centros no encontraron nunca rematador o se encontraron con el inspirado Goitia. Dos lanzamientos intencionados, de falta directa, de Juanma, también rondaron la meta burgalesa. Al Mirandés le bastó con dejar pasar los minutos, a la espera de su ocasión, que pudo llegar en una vaselina de De Cerío, que salvó con una mano Herrerín (minuto 66). Y ya en el descuento, llegó la jugada de Juanjo. Encaró a Goitia, pero se tiró a los pies Aitor en lo que parecía un penalti.