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Real Madrid

Mourinho señaló a seis jugadores por la derrota

Con la obligación de tener la pelota y asediar, el Real Madrid se atasca. Sucedió en Granada. Sin intensidad ni fútbol, el técnico tiró un nuevo pellizco a sus hombres.

Actualizado a
Mourinho señaló a seis jugadores por la derrota
Jesús Aguilera y Felipe Sevillano

Mourinho entró en la sala de prensa de Los Cármenes resoplando. No había comparecido desde el 12 de enero (empate en El Sadar). Pero la quinta derrota en Liga (octava de la temporada) le obligó a dar la cara en Granada. Y no dudó en dar otro pellizco de monja a sus jugadores, algo que ya es habitual esta temporada. "Sé por qué algunos jugadores estaban cansados, porque jugaron un partido de gran intensidad (ante el Barça), pero no sé por qué otros estaban cansados si ante el Barça estaban en el banquillo o en la grada". Directo a la mandíbula. Di María, Coentrao y Ramos (en la grada en el Clásico) y Modric, Marcelo e Higuaín (en el banquillo) quedaban señalados. Mourinho se quejaba de la indolencia de sus hombres, que se relajaron después de la intensidad de los tres partidos de Copa ante Valencia y Barça. Prueba de ello es que en el Clásico el Madrid hizo 19 faltas y ante el Granada, sólo siete. En su comparecencia, Mourinho dejó otra perla: "Cuando se gana es por la autogestión de los jugadores y cuando se pierde el responsable soy yo".

Llueve sobre mojado con las críticas a sus hombres. Comenzó en Getafe: "Fue un partido inaceptable, horrible y ahora se lo diré a mis jugadores". En el Pizjuán se desató: "Habría cambiado a siete al descanso. No tengo equipo. Hay pocas cabezas comprometidas". En el Villamarín repitió: "Hay que sacar fortaleza y ambición (y mencionó el esfuerzo de Stepanek, de 34 años)". En Balaídos ironizó con Benzema: "Varane lesionado (terminó de delantero) hizo más que otros. La lluvia, el viento...". Y tras el 2-2 ante el Espanyol comparó con malicia: "Cristiano jugó bien, los demás, no...". La última, en Granada.

Marcelo: sólo dos internadas en 26 minutos

Claramente con sobrepeso (tanta culpa tiene el jugador como el que se lo permite) entró al campo nervioso, jugándose dos tarjetas por dos duras entradas a Torje. El Madrid le ha echado mucho de menos durante sus 100 días que tardó en reaparecer tras ser operado del metatarsiano en octubre. Mourinho sorprendió al alinearle titular ante el Valencia en la ida de Copa (partido vital y tenso). Tuvo que quitarle al descanso. Luego desapareció misteriosamente en los cuatro partidos siguientes cuando se esperaba que el técnico le fuera dando minutos de cara al United. En Los Cármenes entró en el 64' sustituyendo a Coentrao. Sólo subió la banda dos veces en 26 minutos (sin conseguir centrar el balón). Estuvo inseguro y perdió una pelota en zona de peligro en el 70' (con el equipo arriba) que supuso una clara ocasión en las botas de Nolito. Perdió cuatro balones más.

Despiste de Coentrao antes del autogol

Ni un centro al área en 64 minutos. Pasivo en la jugada previa al gol en propia puerta de Cristiano, en la que Aranda le coge la espalda, centra y Arbeloa (que por cierto, rompía el fuera de juego) rechazó a córner. En los últimos tiempos tuvo dos líos: se encaró con Rui Faria porque le pedía más intensidad y fue expedientado (y multado) por llegar tarde a la sesión del 1 de enero.

Sergio Ramos: señalado, pero con coartada...

Con sus afirmaciones, Mou lo metió en el saco, pero es de lo poco que se salvó en el partido, junto a Varane y la entrega de Callejón y Cristiano. Su único lunar, no haber estado más activo en el primer palo en el córner que acabó en autogol de Cristiano. Recuperó 15 balones por los siete de Varane. A Mou no le sentó bien que llamara "sinvergüenza" a Ayza, por lo que fue sancionado con cinco partidos.

Di María: no se creyó su lesión y se enfadó con él

No estuvo hábil Di María cuando se quedó tendido en el suelo con el marcador en contra. Mourinho no daba crédito. Gesticuló muy enfadado para que se levantara e impidió que entrara el médico cuando Toño echó el balón fuera. El argentino no intentó desbordar por su banda ni una sola vez. La relación entre jugador y técnico es tensa esta temporada. De indiscutible la pasada campaña ha pasado a ser suplente en 13 de los 36 partidos en los que entró en la convocatoria en esta (sólo faltó a una por sanción). De esos 13 partidos como suplente ni siquiera saltó al campo en tres (Alcoyano, Ajax y Real Sociedad). Mourinho, que lo ha cambiado dos veces esta temporada al descanso (Pizjuán en Liga y Balaídos en Copa) tuvo un encontronazo con él hace unas fechas. Le reprochó que no era el mismo después de que le renovaran la pasada temporada hasta 2018. También piensa Mou que desde que se lesionó de gravedad la pasada temporada (con recaída ante el Racing) no se entrega de la misma forma. Tras sus dos goles al Valencia, Di María sacó los pies del tiesto: "He podido tapar bocas".

Sentó al 'Pipita' al descanso y Karim tampoco le respondió

Higuaín se perdió en protestas. Estático en los desmarques (y en la primera presión), se fue al banquillo al descanso sin rematar a puerta y habiendo perdido un balón. Entró Benzema sin mejorar al argentino. Mourinho se echó las manos a la cabeza cuando el francés falló un gol a puerta vacía. El técnico ha cambiado (y señalado) a 17 jugadores en el descanso esta temporada: tres veces a Özil (Ramos se solidarizó con él poniéndose su camiseta debajo ante el Depor), dos a Modric, Di María, Higuaín y Khedira y una a Callejón, Kaká, Nacho, Pepe, Marcelo y Albiol.

Modric no fue Özil ni estuvo bien al lado de Xabi Alonso

Modric no es Özil (cuya figura ha terminado engrandeciendo), y mucho menos Xabi. Ante el Granada fue de más a menos. Comenzó de mediapunta y luego acompañó a Xabi en la medular (Khedira al banquillo) por la idea de Mourinho de ensanchar el campo con Callejón. El croata no tiene influencia en el juego. "No rinde igual cuando juega dos partidos seguidos", ha llegado a decir el propio Mou del fichaje que pidió él y que costó 30 millones, aludiendo a su falta de físico. Dio 56 pases buenos y 14 malos por los 77 y 21 de Xabi, y recuperó ocho balones, como el tolosarra.