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Valencia 1 - Barcelona 1

Un empate con la lengua fuera

Una versión menos brillante del Barcelona suma un punto y ya aventaja en 16 al Madrid. Messi empató de penalti y lleva 12 jornadas seguidas marcando. Gran actuación de Valdés.

Actualizado a
Messi
MessiJOSE JORDANAFP

Salvó el Barça el escollo de Mestalla con un empate a uno muy sufrido en el que el equipo blaugrana supo tirar de orgullo y penar para alcanzar una igualada por la que sudaron sangre. Con este punto, el Barça aumenta aún más su ventaja respecto al Madrid al frente de la Liga y liquida uno de los desplazamientos más complicadas del curso con un rédito positivo, pero los barcelonistas salieron de Mestalla con la lengua fuera.

La gestión de la plantilla por parte de Jordi Roura fue inexistente en cuanto al partido de ayer se refiere. Salieron a jugar los mismos que venían de palizón del Bernabéu y eso se notó. Muchas de las estrellas barcelonistas estuvieron muy por debajo de su nivel porque las piernas no les daban más de sí. Pero como la calidad y el orgullo lo tienen por arrobas, lograron capear el temporal de un Valencia que se ha especializado en poner las cosas difíciles al Barcelona.

A priori, después de lo visto en el Bernabéu, era un partido para refrescar alineación, pero Roura decidió seguir con todo. Y se equivocó. El Barça demostró desde el inicio del encuentro muy poca frescura y el Valencia salió valiente, con la línea de presión muy arriba y dispuesto a complicarle la vida a los barcelonistas.

De entrada, el partido se planteó en muy pocos metros. Era el juego de los errores. Mucha presión arriba por ambas partes y el primero que se equivocase, palmaba. Por aquel entonces, todos andaban frescos y hubieron pocos errores de inicio, pero ya se intuía que las piernas iban a dar más de sí a los del Valencia que a los del Barça.

Banega. Golpeó primero el Valencia con un gol de Banega, jugador que había sido el centro de atención de la semana en Mestalla. Si llegaba cansado al partido, como diría Mourinho, no sería por lo que hubiese jugado el miércoles. Tenía algo que demostrar a su entrenador, al que le debía la defensa de su profesionalidad ante la prensa. Y el argentino cumplió. Estuvo activo, se vació y aprovechó un error en la defensa barcelonista para marcar el 1-0. Luego la gasolina le duró lo que le duró y tuvo que ser sustituido.

Con el 1-0 y el Barcelona descolocado, el partido pintaba muy bien para los de Valverde, pero el Barça, es un equipo que puede andar renqueante, pero no un conjunto que se deje ganar fácilmente. Con la ventaja adquirida al frente de la clasificación y tras el partidazo del miércoles, otros se dejarían ir. No es el caso del Barça. Con más voluntad que piernas, los de Roura siguieron buscando la portería de Guaita y en una de esas incursiones, Joa Pereira adelantó la SuperBowl de New Orleans a Valencia y tumbó a Messi de manera absurda. Penalti tan claro como innecesario que Messi transformó con un misil a la escuadra.

En la segunda parte, con el Barça boqueando, el banquillo paralizado y el Valencia acechando, fue Valdés el que le sacó las castañas del fuego a los catalanes. También influyó lo suyo la precipitación de Soldado. Con la entrada de Villa y el cansancio del Valencia, las cosas se equilibraron, pero los últimos golpes fueron del Valencia, ante un Barça con la lengua fuera.