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FULHAM-MANCHESTER UNITED

Rooney enseña músculo a once días de visitar el Bernabéu

Su gol tras un error de Senderos, en el minuto 79, acerca más el título a los de Ferguson en una salida difícil a Craven Cottage. El United lleva 35 de 39 puntos.

Actualizado a
Rooney busca con la mirada la trayectoria del balón que remató para el 0-1.
Rooney busca con la mirada la trayectoria del balón que remató para el 0-1.ANDY RAINEFE

A apenas once días de medirse al Madrid, el United tiene buena cara. Su fútbol, como siempre, no dice gran cosa. Pero sus números, sí. De los últimos 39 puntos en juego en la Premier, ha ganado 35, así que gobierna el campeonato con mano de hierro (diez de renta sobre el City a falta de su partido ante el Liverpool). El líder también triunfó en Craven Cottage, donde Rooney castigó un error lamentable de Senderos (preocupado de una marca insustancial y no del balón, que pasó por delante de él como Rooney) con una definición de interior marca de la casa que encendió a su hinchada. El United tiene aroma de campeón. Es un equipo al que falta capacidad de mando en los partidos y fútbol, en esencia. Pero no pasión. Ese es su estilo. Su pegada, además, no le falla. Será curioso verlo enfrentado a otra máquina de matar: el Madrid.

Craven Cottage, uno de los estadios con más liturgia en Londres, con la bruma del Támesis siempre mascándose, pareció hechizado en la primera parte. El gol parecía imposible. El United llegó a rematar tres veces en los palos. El Fulham, otra. Primero fue Evra, que ya había avisado minutos antes, el que se encontró con la madera después de una jugada rocambolesca que no fue gol de milagro. Impacta la cantidad de veces que Evra ha llegado a posiciones de gol esta temporada. Después del lateral francés, Hangeland se remató contra su portería. Travesaño. Más cerca que nadie estuvo Rooney, que aprovechó una bonita combinación Nani-Cleverley para poner el interior de su pierna derecha. El balón se escapó de la trayectoria de Schwarzer, pero también terminó en el palo.

Los de Al Fayed, sin Berbatov, llegaron a De Gea con dos zurdazos. El primero, del noruego Riise, que enganchó uno de sus clásicos empalmes de volea. Luego, de Bryan Ruiz desde la frontal. Ambos obtuvieron una respuesta excelente del meta español y, en el caso del costarricense, buen jugador, también del palo.

Para completar el sortilegio, un apagón dejó a ciegas Craven Cottage. El partido tuvo que ser suspendido en el minuto 43 hasta que se volvió a hacer la luz

El United perdió el paso en la segunda parte. Es un equipo inconstante, sin un ritmo determinado de juego. Y empezó a hacer ciertas aguas por el centro. Karagounis y Baird probaron a De Gea, otra vez seguro. El United pareció estar a otra cosa, fuera del partido y en serio peligro de perderlo. Como tantas otras veces (esta vez no fue Chicharito), Rooney sacó su fusil y se acabó el pleito. El United terminó como un equipo pequeño, con la defensa a dos metros de De Gea y Ferdinand achicando balones como un desesperado. Pero el United ganó. Esa es su condición.