"Nunca he pensado en dejar de jugar, el fútbol es mi vida"

‘La gran marató d'Abidal'. Ayer TV3 emitió un reportaje sobre Eric Abidal y su travesía para superar el cáncer que le ha obligado a pasar dos veces por el quirófano, la última para someterse a un trasplante de hígado. El defensa francés habla sobre cómo se encuentra, sobre el futuro, sobre el poyo que ha recibido, sobre su recuperación y sobre sus compañeros y Tito Vilanova.

Su estado: "Me encuentro bien. Ya hace tiempo que me operaron, 8 meses y tengo ganas de luchar y de volver. A veces me despertaba por la mañana y me costaba, pero poco a poco he ido a mejor. Siempre con el objetivo de volver y esto me ayudó. Nunca pensé en dejar de jugar porque el fútbol, a parte de mi familia, es mi vida. Lo que hago no lo hago para ser ejemplo. Lo hago porque lo tengo que hacer y es mi mentalidad. He saltado muchas vallas y aún me quedan. Las he saltado bien, y si vienen otras, las seguiré saltando. Aquí la gente me ha demostrado que me quiere y me tengo que quedar aquí siempre".

“La suerte que tenemos los jugadores es que representamos mucho para la gente. Cuando vemos a los niños en el hospital les damos un discurso de ánimo, y ese discurso me valió para mí. Si no me hubiera servido para mí es como si mintiera a los niños”.

Sobre el stage que realizó en la Vall d'Aran con Emili Ricart: "Fue una semana muy dura pero muy buena. Allí recuperé la mentalidad, pude olvidar el hospital, desconectar y reírme mucho. Como me encontraba bien, cada día quería un trabajo más duro para ver si podía aguantar. Tenía el control de mí. Un jugador de fútbol sin pelota no es un jugador. El día que empecé a tocar balón sabía que el camino para llegar era un poco más corto".

Levantar la ‘Champions’ en Wembley: "Fui el primero en levantar la Copa. Fue un día enorme porque representaba muchas cosas. Como dijo Puyi: cuando la levantes, tendrás la sensación de que el mundo se para, y es verdad. Que estás solo. No me esperaba jugar este partido y fue una gran sorpresa. Doy las gracias a Guardiola".

Reaparición ante el Madrid: "Mis compañeros me empujaban para que pudiera estar con ellos. Era un tema más mental que físico. El míster me dijo que quería verme en el banquillo, aunque fuera para jugar dos minutos, como así fue. Me valieron para darle a la gente las gracias por todo. Ellos también me empujaban. En cada partido, la afición cantaba Abida, Abidal y a mí se me ponía la piel de gallina porque nunca lo había vivido en mi carrera”.

Su relación con Tito: “Decirme que me iba a esperar lo que hiciera falta quiere decir que todos en el club me quieren y que querían esperarme. Con Tito hemos vivido cosas parecidas y me imagino que pensamos cosas diferentes de los demás. No me gusta hablar mucho pero sin decir nada, él sabe lo que pienso y yo lo que él piensa. Yo hago esfuerzos para mí mismo, pero también para él”.