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Barcelona | Tito Vilanova

El principal artífice de una transición nada traumática

Tito no sólo se ha ganado al vestuario, que lo ha conseguido, sino que aglutina al resto del planeta fútbol. Lleva 24 triunfos en 27 partidos oficiales.

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El principal artífice de una transición nada traumática

El reto para Vilanova fue tan grande y apasionante que no dudó en su respuesta a Zubizarreta primero y a Rosell después: "Sí, acepto". Pep Guardiola se desabrochaba el cinturón, se bajaba "vacío" de la nave azulgrana y le cedía el puesto de mando a su colega, a su amigo de juventud con el que creció en La Masía y siempre soñó con tener una oportunidad así cuando arrancaba su carrera de técnico en Palafrugell y luego en el Figueres o peleaba con presupuestos ajustados en la dirección deportiva del Terrassa, en Segunda B.

Tras aceptar el cargo de entrenador llegaron intensísimas semanas de negociaciones para cerrar un contrato por dos temporadas. Costó mucho más de lo esperado. Tito no quiso ceder a las pretensiones del club y siempre tuvo claro que la presión y la responsabilidad de ser el sucesor de su amigo y del considerado mejor entrenador de la historia del Barça, Pep Guardiola, tenía un precio, su precio, y la cantidad la quería pelear personalmente. Ganó la partida. Esa fue la primera vez en la que los gestores del club atendieron con felicidad que la invisible mano dura del entrenador, pese su aspecto tranquilo, salía a relucir en los momentos oportunos, por lo que comprendieron que podría controlar un vestuario hambriento por volver a conquistar títulos tras la debacle de la última Liga y la triste eliminación en las semifinales de la Champions en favor del Chelsea.

Tito no sólo se ha ganado al vestuario, que lo ha conseguido, sino que aglutina al resto del planeta fútbol. Hasta hoy ha dirigido al equipo de manera oficial en 27 ocasiones, con un bagaje prácticamente perfecto: 24 triunfos, un empate (ante el Madrid en Liga) y dos derrotas (la vuelta de la Supercopa de España en el Bernabéu y ante el Celtic, en la Champions). Resultado: líder en el campeonato con nueve puntos de diferencia con el segundo clasificado y trece con el Real Madrid, además de estar esperando hoy rival en los octavos de la Champions.

Respeto.

Vilanova no es aparentemente amigo de la broma. Va a lo que va y pretende pasar desapercibido. Huye de los protagonismos y quiere que éste sea exclusivamente para los futbolistas, lo que dan sentido a su carrera. Creen en él desde el primer día. Es más, muchos ya veían en Tito a un entrenador de futuro, por eso, cuando Guardiola dijo basta, en el vestuario nadie se vino abajo. Sabían que con Vilanova poco cambiarían las cosas: todos sabían que sería el principal artífice de una transición nada traumática.