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RACING

Bouazza denuncia a los tres aficionados que le persiguieron

Ayer, tres encapuchados le siguieron hasta su domicilio y allí le amenazaron. El jugador les hizo frente y provocó su huida. Hoy ha acudido a comisaría a poner una denuncia.

SantanderActualizado a
Bouazza se dispone a denunciar los hechos vividos en Santander tras el último partido del Racing en casa.

El jugador francés, de origen argelino, Hameur Bouazza, ha denunciado esta mañana junto con el delegado del Racing Delfín Calzada y una traductora, a los tres aficionados que ayer le persiguieron y acorralaron frente a su casa tras perder con su equipo ante el Sabadell (0-1), que suponía la sexta derrota consecutiva del equipo.

El ambiente al acabar el encuentro era muy caldeado. Los jugadores del Racing, protegidos por el cordón de seguridad, recibieron insultos de un buen grupo de hinchas enfadados. “Hay que echarle más h…”, les gritaron. Bouazza, al pie del vehículo, bromeaba con unos amigos. Instantes después, el autobús, con la plantilla cántabra, se desplazó hacia la ciudad deportiva de La Albericia, donde los jugadores tenían aparcados sus coches.

Bouazza tomó su vehículo, pero fue seguido por tres encapuchados, quienes a las puertas del domicilio del jugador le acorralaron y le insultaron. Ha explicado que, al bajar del coche, esas tres personas se acercaron a él profiriendo "insultos racistas". "Uno de ellos me empujó y me dijeron que sabían dónde vivía y que volverían si el equipo baja a Segunda B", ha relatado Bouazza.

Para el centrocampista es "increíble que pasen este tipo de cosas después de un partido" y ha apuntado que, aunque sabe "poco español", sí entendió los insultos de estos individuos que abandonaron apresuradamente el garaje cuando vieron que la puerta empezaba a cerrarse.

Bouazza ha declarado que, tras estos incidentes que se suman a los insultos de que fue objeto semanas atrás en el transcurso de un entrenamiento, no siente temor por lo que pueda pasarle, pero sí preocupación por la seguridad de su mujer y su hijo.

Ni en París, donde tiene su domicilio en una "zona difícil" de la capital francesa, ni en Inglaterra, donde vivió diez años, Bouazza recuerda haber pasado por una situación como la que se produjo ayer tras encajar el Racing su sexta derrota consecutiva. Bouazza, quien no reconoció a sus acosadores porque iban con los rostros "bien tapados", ha opinado que no hay justificación para este tipo de comportamientos.

"He oído que ha sido porque me he reído (fuera del estadio), pero tampoco me voy a poner a llorar, que ya no somos niños", ha afirmado. El jugador nacido en Francia, internacional con Argelia, ha dicho que, pese a todo, se encuentra "a gusto en Santander". "He firmado por un año y no me quiero marchar", ha enfatizado Bouazza, quien espera que, tras las fiestas navideñas, se calmen los ánimos.

"Espero que sea un acto aislado, porque estas actitudes no van a hacer que el equipo vaya mejor", ha añadido el centrocampista, que ahora se propone "olvidar lo que ha pasado.