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Pantic

"Si hay alguien capaz de ganar en el Camp Nou es el Atleti"

Pantic ( Loznica, 1966) sabe lo que es meter cuatro goles en el Camp Nou y no ganar. Pero un gol suyo al Barça, le dio una Copa al Atlético en el histórico doblete del 96.

Actualizado a
Pantic.
Dani Sastre

¿Aún siente algo especial cuando llega un Barça-Atleti?

Sí, porque mucha gente se acuerda de mí ¡y eso me da vidilla!

Lo mejor que hizo contra ellos no fue marcarles esos cuatro goles que muchos recuerdan hoy

¡Claro que no! Fue cabecear ese balón en Zaragoza que nos dio la última Copa del Rey que ha ganado el Atleti. Ante el Bar­ça siempre hice mis mejores partidos. Antes de jugar en el Atleti yo era del Barcelona, estuve en la final de Atenas contra el Milán. Mis paisanos iban con el Milán por Savicevic, yo iba con el Barça. Y luego, cuando fiché por el Atleti, les metí ocho o nueve goles. Y al ser de Partizán desde niño, odiaba al Estrella Roja, que lleva rojo y blanco. ¡Cómo es la vida y el destino! Los mejores años y recuerdos de mi vida acabaron siendo de rojiblanco

Su fichaje por el Atleti tiene su historia: Antic llegó incluso a plantear pagarlo de su bolsillo...

Se dijo de todo, hasta que yo era primo de Antic. Radomir es muy listo y la jugada salió muy bien. Me conoció en Partizán siendo segundo entrenador y yo tenía 19 años. Ya quiso traerme al Zaragoza, habíamos ganado dos ligas en el Partizán. Cuando en el 95 me llamó estando yo en Grecia había marcado 17 goles en un equipo pequeño como el Panionios. Le mandé un vídeo con esos goles y mis casi veinte asistencias. Me dijo: no sé dónde voy a entrenar pero te quiero conmigo.

Usted cayó de pie. La gente le sigue queriendo mucho.

Fue todo muy extraño. Llegué una noche de agosto, no hablaba ni español ni inglés, me metieron en un coche y me llevaron a Los Ángeles de San Rafael. Estuve sin firmar nada hasta el primer amistoso contra el Talavera en el que di un montón de pases. Al día siguiente llegó Miguel Ángel Gil corriendo con el contrato, que era muy bajo y tenía una cláusula de 800 millones de pesetas, pero a mí me daba igual. Me preguntaron qué número quería llevar y respondí que el diez. Todos me miraron y me dijeron si yo sabía quién había llevado aquí ese número, que era el de Paulo Futre. Les dije que le respetaba, pero que no me daba miedo.

Quedó usted ligado para siempre al Atleti. ¿Por qué ya no está en el club?

El Atleti y su afición me marcaron para siempre. Al dejar el fútbol me llamó Toni Muñoz para hacer campamentos con niños y de ahí nació el proyecto de la Fundación, una escuela en la que trabajé con niños desde los cuatro años y de la que me siento muy orgulloso. Empezamos con treinta y lo dejé con mil doscientos y cuarenta entrenadores. Una barbaridad y un buen negocio para el club. Ahora tengo mi propia escuela. Yo no gané tanto de jugador como para no tener que trabajar y me saqué el título de entrenador como uno más, en tres años, que me costó muchísimo. No cumplía los requisitos para hacer el curso rápido para jugadores de élite. Tengo la cabeza puesta en entrenar. Cuanto antes.

Después de entrenar al Atleti B ha sonado muchas veces para el primer equipo

En España cuando suenas mucho es cuando no vas. Siempre hay miedo a la inexperiencia, cosa que no entiendo. Llevo el fútbol en la sangre, conozco perfectamente cómo se maneja un vestuario, lo demostré en el Atleti B. A la pretemporada me fui con treinta y seis chicos. Aquello parecía un campamento de verano. Los primeros cinco días no dormía dándole vueltas a cómo lograr que participasen todos. Sentía una enorme responsabilidad. Había gente que seguramente deseaba que fracasase por no haber pasado por las categorías inferiores, pasa siempre. Luego cuando echaron a Manzano me dijeron que la cosa estaba entre Óscar Mena o yo. Y ficharon a Simeone. No se equivocaron porque está haciendo un grandísimo trabajo.

¿Qué es lo que más le gusta de este Atleti?

Todo. Cada equipo es el espejo de su entrenador, y este equipo lo es: mucha garra, esfuerzo, corazón Me gusta mucho. La culpa de que el Atleti esté donde está es de Simeone, está haciendo un trabajo impresionante. Es un tipo muy inteligente, que no ha fallado ni una vez.

¿Ni en el Bernabéu?

No le salió pero tenía una idea clara. Si hubiera entrado la de Falcao estaríamos hablando de otra cosa.

¿Cree capaz a este Atleti de ganar en el Camp Nou?

Si hay un equipo que puede ganar allí es el Atlético. El Barça­ es espectacular, y no sólo por Messi. Será difícil, pero creo que sería bueno para la Liga española. Falcao es ahora mismo el mejor delantero que hay. Lo de Cristiano y Messi es de otro mundo.

Y entre esos dos jugadores ¿a quién admira Pantic más?

Los dos son buenísimos, pero ves los kilómetros que hizo Cristiano en Vigo y cómo se entrega Yo me muero por ese jugador. Messi está más protegido por el grupo, por jugadores de mucha calidad, pero Cristiano hace un esfuerzo físico tremendo de sacrificio por el equipo, pelea, sube, baja. te puede gustar o no su manera de expresarse pero muere en el campo por su equipo. Merecía marcar ese gol en Vigo.

¿Cuál es el fútbol que usted propone como entrenador, cual sería su tarjeta de presentación?

Me molestan mucho las copias. Ahora todos quieren copiar a Guardiola. Hay entrenadores que llegan y dicen: quiero jugar un 4-3-3. Y yo digo: primero entra en el vestuario y mira si tienes jugadores para jugar con ese sistema. Soy una persona con compromiso, entrega, disciplina y ambición. No tengo miedo, confío mucho en mí, ¡soy un serbio cabezón! A mí me gusta respetar el balón, mucho toque pero vertical. La posesión está muy bien pero si no buscas el gol no sirve.

Hizo una gran temporada en el Atleti B, ¿por qué no le renovaron? ¿Tuvo que ver algo la llegada de Simeone?

No. Cuando llegó yo sabía cual era mi trabajo y él cual era el suyo. Él desde el primer día puso distancia. No hablamos demasiado ni nos reunimos. Es su manera de trabajar y yo le respeto. Los últimos dos meses se llevó a Pedro y a mí me pareció perfecto. El trabajo del técnico del filial es que el entrenador del primer equipo duerma tranquilo, que pueda mirar hacia abajo y tirar de ahí. Yo nunca le negué nada, lo que me pidió lo tuvo, siempre le mandamos lo mejor que teníamos. Eso debe ser así. La decisión de que yo no siguiera fue de Carlos Aguilera, me dijo que estaba contento con mi trabajo pero que yo era demasiado ambicioso para trabajar en el fútbol base, que querían un tipo de entrenador-formador. Para mi familia y para mí fue un shock. Mis hijas son muy colchoneras, venían a ver todos los partidos el año pasado, incluso les dije a mis jugadores que se mantuvieran lejos por si acaso, ya sabes (risas)

¿Le extraña la marcha del Atleti B este año con los jugadores que tiene, Oliver, Saúl, Manquillo?

Yo he pasado página, no he visto ningún partido. Les deseo lo mejor y tengo mucho cariño a muchos jugadores pero no sé nada. No soy de piedra, dolido sí estoy, pero lo que siento por el club no lo va a cambiar nadie.

El Cholo y usted fueron compañeros, ¿también amigos?

Simeone fue mi primer compañero de habitación cuando llegué al Atleti, él me enseñó mis primeras palabrotas (risas). Yo era más amigo de gente más humilde como Vizcaíno, Santi, Geli él estaba con otro grupo, yo era muy familiar y no salía apenas, pero eso no quiere decir que no fuésemos buenos compañeros y que no muriese por ellos.

¿Es usted más de Miguel Ángel Gil o de Cerezo?

Yo era de Jesús Gil. Era un fenómeno. Me quería mucho y aún hoy le echo muchísimo de menos. Sólo he llorado una vez en España, fue cuando él murió. Cuando llegué, me acojonaba. Pero después no sé si fue por mi comportamiento o porque fui una buena operación para él, que incluso ganó dinero al venderme con 32 años, pero me tomó mucho cariño. Se empeñó en hacerme un busto, yo no quería que personalizara en mí el éxito de la final de Copa del Rey. Pero no hubo manera de resistirse, me llamó el escultor y me dijo que si no lo hacía le mataba Ahora tengo una réplica en casa y estoy muy orgulloso. Una copia se la quedó el club, otra Jesús Gil y la cuarta la tiene Radomir Antic en su casa. De lo mejor que me ha pasado en mi vida junto con el ramo de flores del córner.

Ese ramo tiene nombre de mujer

Lo pone Margarita y su familia, una mujer de Talavera de la Reina. El primer día no sabía qué pintaba ahí, yo lo quitaba hasta que me mandó un mensaje explicándome que era por mí Eso no tiene precio, es mucho más importante que todo el dinero que puedas ganar en el fútbol. El otro día la gente se echó encima de un jugador del Happoel de Tel Aviv, que dio una patada al ramo

¿Cree que le llegará la oportunidad de entrenar al Atlético de Madrid?

Quizás me llegue tarde, como de jugador, pero suelo cumplir mis sueños. Si tengo que ir antes a China, en vez de pasar por Carabanchel o Alcorcón, daré un rodeo, recorreré ese camino. No sé cuando pero creo que el destino nos volverá a unir otra vez.