Albelda: "El fútbol es el que te echa y yo me sentí bien"

¿El capitán Albelda está de vuelta?

Nunca me fui. Es la primera semana en la que puedo enlazar dos partidos seguidos, estoy contento a nivel personal y en lo colectivo muy feliz porque hemos podido sacar dos partidos complicados en un momento delicado del equipo.

¿Dos partidos en los que usted ha jugado?

No he jugado mucho en este inicio y lo he notado porque necesito de continuidad como todos los jugadores.

¿Quizás más porque un jugador veterano necesita de minutos para rendir mejor?

Al final las decisiones están en el entrenador y es verdad que depende todo de lo que un entrenador te ponga o no, he tenido partidos a cuentagotas pero hay que acatarlo y rendir cuando se te pide jugar.

Albelda está preparado para cuando le dan la oportunidad para jugar, me limito a dar un buen rendimiento, a transmitir toda la experiencia que tengo en una posición que he ocupado desde hace mucho tiempo, tengo la suerte de poder contagiar al resto de compañeros, pero la única realidad de este deporte es que esto uno solo no lo puede arreglar, esto es una cosa de todos y si no nos apoyamos unos en otros pues parece imposible sacar nada adelante. Sin el presidente no seríamos nada, él sin nosotros tampoco, los jugadores sin el entrenador no somos nadie y es recíproco, yo sin mis compañeros tampoco, eso es lo que siento y lo que hay que transmitir. Cuando estás unido y juntos todo es más fácil.

No paro de oir que hay que recuperar los valores, ¿se habían perdido?

Los valores te los da cada entrenador y son los que te llevan a la victoria cada año, siempre hay que buscar lo mejor en cada momento y al final no es cuestión de jugar más ofensivo o más defensivo, de jugar más adelante o más atrás porque durante un partido hay muchas situaciones en las que tienes que saber jugar y ya está. Los valores también los tiene cada uno dentro y se deben buscar.

¿De mi? Pues siempre es una alegría que destaque tu trabajo y si eso se traduce en minutos mejor, pero es normal que cuando uno lleva muchos años y minutos en un terreno de juego se le de importancia.

Valverde ya se lo quiso llevar a usted a Olympiakos. 

(Se ríe) Es verdad pero entonces tenía 30 años y ahora tengo 35 y se nota. La casualidad es que coincidimos ahora en el Valencia, pero estoy en el último o uno de mis último años.

¿Último o uno de los últimos?

Hay que estar tranquilos, la que te echa a un lado de la carretera es la propia competición y yo me siento bien, estoy a gusto.

¿Albelda piensa en su fin?

Nadie es eterno, el fútbol tiene estados anímicos y la semana pasada la gente tenía claro que me iba a retirar, ahora pensaran que me quedan cinco años más, pero bueno lo importante es que me siento satisfecho de como trabajé ante Osasuna, me sentí cómodo con una sensaciones fantásticas con 35 años en un campo difícil y me fui contesto por eso, pero esto sólo ha hecho que empezar, ahora hay que refrendar este momento en los próximos partidos.

'Txingurri' es hormiga en vasco, ¿el equipo necesita ser más hormiguita que cigarra?

Sí, tenemos que ir haciéndonos sólidos poco a poco y para eso hay que tener una base detrás porque por el momento nos ha dado varios detalles futbolísticos pero que los aplicamos ante Osasuna y la cosa funcionó bien, si no hubiéramos hecho las cosas como dijo se hubiera perdido seguro.

El Valencia lleva dos partidos sin encajar gol... ¿Albelda le da más equilibrio?

Un jugador sea el que sea no puede lograr que un equipo sea equilibrado. Mira la solidaridad ante Osasuna se vio en todas las líneas, hay que destacar el trabajo incansable que realizaron Feghouli y Piatti para evitar las segundas jugadas, la presión de Ever y Tino, las ayudas de Guardado en ataque y en defensa para sacar el balón, los centrales amarraron a sus delanteros, en definitva de todos.

¿Por qué le veo tan comedido tras la victoria?

Hay que estar feliz por el triunfo porque esto nos hace coger un poquito de aire, te alegra mucho el haber superado un momento anímico malo, pero esto es muy cambiante y hay que seguir apretando el acelerador, no podemos parar.