El Barcelona B obliga al líder a crecerse en un choque vibrante

El Elche, líder de la Liga Adelante, se topó hoy con un Barcelona B que le obligó a crecerse (1-1) y remontar un gol en contra en el primer tiempo, en un choque vibrante que dejó una cascada de ocasiones en ambos bandos. Lo que se presentaba como un duelo entre la mejor defensa del campeonato, la ilicitana, y el mejor ataque de la Liga, el azulgrana, acabó siendo un fabuloso partido casi suicida, con remates continuos en cada área y un vertiginoso ritmo de juego. Fue precisamente una genialidad del virtuoso Deulofeu lo que desatascó el partido.

La joven perla de La Masia serpenteó en el área a los veinte minutos y su picadura acabó siendo tan inesperada como letal, cuando su centro lo cortó Rivera con el brazo. El asistente de Piñeiro Crespo, atento, no dudó en señalar penalti. Deulofeu apunta a futura estrella mundial si su camino no se tuerce. Su fútbol muestra pinceladas de Cristiano Ronaldo en sus carreras y de Messi en sus fintas. Pero pareció ser otro ídolo del olimpo azulgrana, Ronaldinho, quien le inspirara en el lanzamiento. Su torpedo desde el punto de cal astilló el larguero y de paso al Elche, que hasta entonces había sabido controlar el juego de su rival (1-0). Avisó Fran Escribá, el técnico visitante, que su intención era discutirle la posesión al filial, su mejor baza. Durante esos primeros veinte minutos bien lo había logrado. Pero desde el tanto de Deulofeu, el partido viró a un bello correcalle, intenso en ambas áreas. Tan notables estuvieron los ataques de ambos equipos como los guardametas, obligados a exhibirse cada pocas jugadas hasta el final del encuentro. El férreo Elche se sacó el armazón y buscó la yugular de forma salvaje.

A la media hora, Mantecón avisaba desde la frontal y Powel no acertaba a rematar en un saque de esquina, en un cañoneo mutuo que facilitó los errores en los zagueros. Lombán fallaba un despeje y Fidel exigía a Oier con un duro remate, mientras otra mal salida del balón ilicitana a punto estaba de permitir que Patric aumentara la ventaja culé. En un Miniestadi con un aspecto fantástico y a la altura del encuentro, con más de diez mil espectadores, la mejor entrada desde hace dos años, el segundo tiempo mantuvo el mismo guión, si bien el Elche empezaba a rozar un empate que llegó precisamente también a los veinte minutos de la reanudación. Femenía se durmió y un listo Damián le robó la cartera, para asistir a Fidel que, en el corazón del área, batió por fin al impenetrable Oier con un trallazo directo a la base del poste.

La recta final, con todas las cartas sobre el tapete, pudo dar el triunfo a cualquier de ambos conjuntos. Si bien el empate definitivo, sumado a la derrota del Almería, pareció contentar al Elche, que amplia su ventaja a cinco puntos en la cima de la tabla.