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VALLADOLID 2 - REAL MADRID 3

El Madrid recibe la mitad de sus goles este curso a balón parado

De los 22 tantos encajados en esta temporada, siete fueron en la estrategia, tres en faltas directas y otro más de penalti. Los dos del Valladolid llegaron de nuevo en un córner.

Actualizado a
Manucho le hizo dos goles al Real Madrid en sendos córners.
JESUS RUBIODIARIO AS

El Real Madrid ha recibido la mitad de sus goles esta temporada a balón parado. Con los dos que encajó ante el Valladolid, ambos de Manucho, el equipo de Mourinho ha visto cómo 11 de los 22 goles recibidos fueron en estrategia, córners, faltas directas o penaltis. El mal ha llegado en todas las competiciones. En Liga recibió seis así, en la Supercopa ante el Barça otro, tres en Champions y uno en Copa.

Los goles a balón parado en contra llegaron pronto en este curso. Messi superó a Casillas en la Supercopa en una falta directa en el Bernabéu. Jonas (Valencia) marcó el primero en Liga por una mala salida del portero tras una falta lateral. El Getafe también arañó puntos en una jugada similar. En el Coliseum, y con este tipo de fallos, el Madrid comenzó a distanciarse del Barça. Y no iba a ser el único error reincidente. Llegaron más. Y uno de los que más dolieron a Mourinho fue el encajado en el Sánchez Pizjuán. Trochowski marcó nada más empezar el partido en un córner y eso le costó los tres puntos al Madrid.

El Ajax y el City hicieron más grande la herida en Europa. Moisander desnudó a la defensa en un córner y Kolarov volvió a sacar petróleo en otra falta lateral. La defensa, y sobre todo Casillas, comenzaron a obsesionarse con este tipo de jugadas. Volvían los fantasmas del final de la pasada temporada en la que los libres directos de Cazorla y Senna pusieron emoción a la Liga. Un temor que se acentuaba ahora con el gol de Messi en otra falta en el Camp Nou y el de Lara, del Alcoyano en la Copa. El equipo parecía haber mejorado en estas jugadas. De hecho, sólo Agüero había sido capaz de marcar a balón parado; de penalti. Hasta que Manucho y el Valladolid aparecieron. Menos mal que Özil, también de esta suerte, rescató al Madrid en Pucela y los fallos no fueron tan dolorosos.