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Levante 0 - Barcelona 4

La Masia inicia la escapada

El Barça liquidó el partido jugando con once canteranos. Sublime recital de juego de Andrés Iniesta. Leo Messi, que marcó dos, está a tres de Müller.

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GOLAZO MERECIDO. Andrés Iniesta, que cuajó un excepcional partido, aprovechó un balón en la frontal para colar el esférico en la portería de Munúa con un derechazo.
GOLAZO MERECIDO. Andrés Iniesta, que cuajó un excepcional partido, aprovechó un balón en la frontal para colar el esférico en la portería de Munúa con un derechazo.

Un Barça que salió con diez canteranos y que tras la nueva lesión de Alves al tercer sprint, jugó una hora con once jugadores formados en La Masia inició una escapada, quien sabe si definitiva, en el Ciutat de València. Allí, el Barça selló dos Ligas (en las temporadas 04-05 y 10-11) y puede que, con permiso del Atlético de Madrid, haya empezado a cerrar la tercera. Con el Madrid a once puntos, el Atlético, que está a tres, se adivina como el principal rival para un Barça que ayer igualó el mejor inicio de una Liga de la historia. Los de Vilanova suman 12 triunfos y un empate en las trece primeras jornadas guiados por un Messi que ayer volvió a marcar dos tantos y que ya está a un hat-trick de igualar el récord histórico de Müller de goles (85) en un año natural.

Era el compromiso ante el Levante un partido a priori más que duro. Ahí habían caído todos los grandes a excepción del Barça, pero la exhibición de los catalanes fue soberbia. Y a diferencia de otros equipos, se fueron ovacionados y dejando al público de Orriols entregado al fútbol que despliegan Iniesta y compañía. Porque lo que hizo ayer el de Fuentealbilla fue un recital mayúsculo. Es de recibo que la luz de Messi lo eclipse todo, pero segundas partes como la de Andrés son dignas de guardar en la memoria del fútbol.

De entrada, Vilanova apostó por el control del partido y volver a juntar a los cuatro centrocampistas patanegra (Busquets, Xavi, Iniesta y Fàbregas). El Levante, con nueve atrás, apostó por verlas venir. El Barça, por la paciencia.

Alves se rompe. A los 13 minutos de partido, Daniel Alves tuvo su tercera lesión muscular de la temporada. Algo sospechoso para un jugador que asegura que no ha cambiado ningún hábito respecto a los cursos anteriores, en los que llegaba a mayo habiendo jugado 80 partidos sin un mal resfriado. Esta lesión propició la entrada en el campo de Martín Montoya, con lo que el Barça pasaba a defender el liderato con once jugadores formados en su cantera. No de manera exclusiva, pero sí que en algún momento de su aprendizaje estuvieron en el fútbol base culé. Un dato para sacar pecho más allá de tecnicismos. Y esos once canteranos fueron los que llevaron al Barça a consolidar el liderato, mantener el pulso con el Atlético y a dejar al Real Madrid a once puntos por detrás.

No lo puso fácil el Levante, equipo ordenadísimo que acumulaba gente detrás y que en la primera parte apenas cedió ocasiones claras ante la meta de Munúa. Y eso que Iniesta, jugando como falso extremo era un diablo que les hacía un roto cada vez que encaraba a su marcador. Su sociedad con Jordi Alba es la coalición perfecta.

En la segunda parte, el partido se decidió en un cuarto de hora largo en el que Iniesta y Messi desarbolaron cualquier intento de resistencia por parte de los pupilos de Juan Ignacio Martínez. Dos jugadas de Andrés fueron culminadas por el argentino, que va sin frenos a por todos los récords del mundo; el propio Iniesta marcó el tercero de un gran chut desde fuera del área y Cesc aprovechó un regalo del manchego para poner el 0-4. Por si fuera poco, Valdés paró un penalti. La ley de La Masia.