"Ni ganando al Madrid nos perdonarán lo del derbi..."

Un 5-1 del Sevilla y acto seguido, el Madrid. ¿Llegan los blancos en el peor momento para el Betis?

Nunca es buen momento para jugar ante el Madrid, porque el derbi nos dejó, además de secuelas anímicas, otras físicas. Hemos perdido a tres centrales y tenemos que recomponer el equipo.

Tras la que se formó, ¿se arrepiente de haber entrenado el martes a puerta abierta?

Sabía que iba a ser muy duro, pero no podía cerrar las puertas. Había que aguantar el chaparrón. Lo teníamos que vivir porque mucha gente había puesto ilusiones en nosotros y les habíamos fallado.

¿Qué espera de la afición verdiblanca mañana?

Pienso que los béticos no nos perdonarán ni aunque ganemos al Madrid. Pero estoy seguro de que nos animarán: son hinchas generosos.

El Madrid llega herido por el árbitro de Manchester y necesitado para seguir presionando al Barça. ¿Hay manera de meterles mano?

Es una lucha desigual. Sólo a través de la ilusión, de doblar esfuerzos, seremos capaces de tener una mínima opción a puntuar. Pero esperanzas hay. Siempre hemos sido un club currista, y que me perdone el gran Curro Romero: podemos hacer un partido horroroso contra el eterno rival y, acto seguido, poner contra las cuerdas a todo un Madrid.

Dicen que el beticismo siempre ha tenido un poso madridista.

La gente del Betis siempre ha sido principalmente del Betis. Pero también es una afición a la que le gusta el buen fútbol y que ama a sus ídolos, como Rafa Gordillo. Ahí hay un punto de conexión.

Hablando de ídolos: Cristiano, Özil, Benzema... Del francés se dice que está tocado. ¿Mejor que no venga?

Ojalá... Karim es una gran incógnita para algunos, no para mí. Es espectacular: juega y hace jugar. Está entre los tres mejores del mundo y cuando sea más regular aspirará al Balón de Oro.

Balón de Oro que no le darán (seguramente) a Casillas. ¿Cómo lo ve?

Ése es el problema de un premio mal concebido: se suele dar a quien marca los goles, no a quien los evita. Pero claro que lo merece. Para mí, como español y como excanterano del Madrid, Iker es un orgullo. Engrandece la camiseta blanca y la de la Selección.

Usted pasó muchos años allí, en esa cantera de la que tanto se habla ahora.

Me formaron como profesional y como persona, siempre les estaré agradecido. El Madrid fue el paradigma de equilibrio entre la gente de la cantera y las grandes estrellas, pero cada día es más difícil. No sólo para el Madrid, sino en la mayoría de grandes clubes.

¿Y su época?

En mi época también era muy complicado subir. La Quinta llegó como catarsis, después de un año muy malo en que el Madrid no llegó ni a Europa. Ahora es un equipo repleto de superestrellas.

¿No lo pone en el debe de Mourinho?

No creo que se le pueda reprochar nada a alguien que ha sido campeón en cuatro Ligas distintas. Para hacer eso hay que ser un entrenador grandísimo, de los mejores.