La Sub-21 se pone a tono

La Sub-21 supo brillar y sufrir en una prueba ante Italia que fue ganando en intensidad según pasaron los minutos. La Roja dominó el balón desde casi el principio. Koke y Oriol Romeu hicieron suyo el mediocampo y a partir de ese control llegaron esporádicamente las ocasiones. Rodrigo, siempre activo, marcó tras un pase fantástico de Koke y así igualó a Óscar García como máximo goleador de la historia de la Sub-21 (12 goles).

Para entonces el encuentro era totalmente de la Selección, que pasó por encima de Italia como si de una medianía se tratase. El siguiente en sumarse a la fiesta fue Deulofeu. En la primera ocasión en la que dejó su inhabitual banda izquierda para ocupar la derecha creó una acción de peligro que Sarabia convirtió luego en regalo de vuelta hacia el extremo culé. El resultado reflejaba la diferencia entre unos y otros, además de castigar a una Italia indecisa y que se vio afectada por las lesiones de Sala y Saponara.

En el segundo tiempo sí cambiaron las cosas. La entrada del espanyolista Longo hizo más agresiva la presión, más adelantada también, y eso trajo problemas para España. El propio Longo recortó distancias en un despiste defensivo y La Roja se extralimitó a aguantar a la espera de una contra. Los cambios ralentizaron el ritmo y fueron los italianos los que más cerca estuvieron de aprovecharlo. No fue así y España remachó al final gracias a Álvaro Vázquez. Una victoria en la que se supo brillar y también sufrir. Lo esperado.