NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MALLORCA 2 - BARCELONA 4

De las dudas a los récords

El Barcelona corrige otro susto después de ver como un 0-3 se convertía en 2-3. Messi supera a Pelé en goles en año natural. El Barça iguala el mejor inicio liguero de siempre.

Actualizado a
El Barcelona no jugó a su mejor nivel pero ganó en Mallorca e igualó el mejor inicio liguero de siempre.
El Barcelona no jugó a su mejor nivel pero ganó en Mallorca e igualó el mejor inicio liguero de siempre.MONTSERRAT T DIEZEFE

Hay algo contradictorio en este Barcelona, que amasa menos halagos pero más puntos que cualquiera de las versiones de Guardiola, las extraordinarias y las buenas. De hecho hacía veinte años que nadie comenzaba una Liga con diez triunfos y un empate, 31 puntos sobre 33 posibles. Una barbaridad. En paralelo, Leo Messi parece en algunos partidos a un paso de su punto óptimo de forma pero sigue siendo demoledor: suma 15 goles en Liga y con los dos del Iberostar supera a Pelé y acumula 76 goles en un año natural. Otra barbaridad, al acecho de los 85 de Gerd Müller. Récords de otros tiempos para un Barça que se quitó la aprensión de Glasgow y que dejó las dudas de casi todos los partidos de esta temporada pero también la misma sensación de martillo pilón. Fuera de casa, seis triunfos en seis partidos y 23 goles marcados. Un invitado indeseable que cumple escrupulosamente lejos del Camp Nou, la asignatura que le costó la última Liga.

El partido fue espeso, extraño, en un lugar indefinible entre la distensión y la histeria. El Barcelona se fue al descanso 0-3 con menos fútbol del que le mandó al vestuario 1-0 ante el Celtic pero, otra vez, se obligó a un sobreesfuerzo al permitir dos goles en dos minutos y más de media hora por delante. Fallos en defensa, falta de tensión y el único hálito de vida de un Mallorca en cuidados intensivos. Tiene muchas bajas, crucial la de Javi Márquez, y parece un equipo sin el tono físico y sin armadura emocional. Suma seis derrotas seguidas y ha pasado de viajar en preferente a asomarse a los puestos de descenso. Contra el Barcelona, y con 0-5 encajado ante el Madrid en la cabeza y en el alma, defendió bien pero encajó cuatro goles, basculó detrás del balón y jugó muy poco en campo contrario, sus mejores minutos en el arranque del segundo tiempo y por demérito de un Barça que salió de la siesta por un par de sustos: un error grosero en la cobertura de Alves y Mascherano permitió a Pereira marcar el 1-3 a placer, una mano innecesaria de Busquets posibilitó el gol de Víctor de penalti: 2-3 y otra vez al alambre, donde casi siempre sobrevive este Barcelona que acumula resultados en busca de las sensaciones óptimas.

Tito Vilanova colocó a Villa en la derecha y el asturiano pasó de perfil por el partido, desactivado también cuando cayó al centro. Su lugar habitual en la izquierda fue para Tello, el mayor incordio para el Mallorca con sus constantes desmarques y apariciones en ruptura. El canterano, con una marcha más cuando el equipo juega en perfil bajo, fue una bendición que generó un puñado de ocasiones y que marcó el 0-3 al borde del descanso con su jugada favorita, recorte y disparo con efecto y raso al palo largo. Poco antes marcó Messi su gol 75 de 2012 con un disparo lejano y blando que Aouate se tragó deforma incomprensible. Antes, después de 27 minutos de dominio romo, Xavi marcó el primero en el mejor detalle de la tarde, una dulce falta directa que rivalizó con el tremendo disparo a la escuadra que supuso el 2-4 y cerró el partido, un obús de Messi (gol 76) tras dejada con el pecho de Alexis, que después molestó al portero en fuera de juego posicional.

Si, con Iniesta en el banquillo, lo mejor fue el instinto de Tello y la jerarquía de Xavi, lo peor fue el discreto partido de Alba o Cesc o otra mala tarde de Alves y Mascherano, los dos a años luz de su mejor forma. Los despistes que costaron dos goles que reabrieron el partido, la falta de intensidad en algunos minutos, la sensación de peligro en cada jugada a balón parado, pocas, a favor del Mallorca. A la espera de Puyol y de las musas, el Barcelona suma y sigue en zafarrancho de combate al frente de la clasifiación. Un cóctel de dudas y récords, de buenas y regulares noticias, que en cualquier caso marca el ritmo de la Liga. 31 puntos de 33 y seis de seis a domicilio sin estar en su pico de forma y juego. Pésimas noticias para sus rivales.