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Espanyol - Osasuna

'Chupinazo' en Cornellà

Pochettino tiene la baja de Wakaso y eso le puede condicionar su sistema. El Osasuna, plagado de bajas. La última, la de Puñal, el ejecutor de las jugadas de estrategia.

Actualizado a
El Espanyol, entrenando
Carlos Mira

Pochettino puede vivir una de esas jornadas agridulces para cualquier técnico, la de ganar pero ver como un compañero pierde el puesto. El entrenador perico, que no regala elogios, aprecia a Mendilibar. "Este equipo saca lo peor de sus rivales", dijo ayer. Pero el aprecio queda en el armario en un choque que se presenta como una gran batalla en el centro del campo, entre dos conjuntos que achican las líneas, corren, aprietan y se juegan salir del descenso. El axioma es claro: la zona baja genera presión y ésta estrés, un mal que daña la autoestima y el buen fútbol. Por eso le está costando tanto jugar a dos equipos que el curso pasado destacaron por su estética.

Pochettino tiene la baja de Wakaso y eso le puede condicionar su sistema. La duda es alinear a Simao y colocar un extremo o añadir un gladiador más en la medular. El rombo tiene números de volver a ser el punto de apoyo, con un Forlín que actúe como escoba y un triángulo formado por Víctor Sánchez, Cristian Gómez y Joan Verdú. Sergio y Stuani (Pochettino reconoció ayer que Longo no estaba para los 90 minutos) podrían formar la innovadora pareja de ataque.

El once perico combina hormigón y mármol, pero su rival llega en cuadro, con seis bajas que le merman. La última, la de Puñal, el cerebro, el ejecutor de las jugadas de estrategia que tanto hieren a los blanquiazules. Por el cielo puede pasar el encuentro, en un equipo que le cuesta crear ocasiones: con ocho goles es el que menos ha materializado en Primera. Los navarros tienen el síndrome del conjunto que desciende: no hacen méritos para perder pero acaban sucumbiendo. Lo que le ocurría al Espanyol hasta que logró cambiar la racha.

Si el Espanyol quiere empezar a olvidarse del sufrimiento, debería lanzar hoy su chupinazo en Cornellà, comenzar una fiesta que alivie las penas de una afición ejemplar y comenzar a ver el vaso medio lleno ante el torbellino electoral que prosigue. Torbellino que se apoderó de Mendilibar y que hoy puede soltarle en una Liga que avanza a la velocidad de la luz.

Hace un año ambos equipos luchaban por Europa

En la undécima jornada de la temporada pasada, Espanyol y Osasuna ocupaban la séptima y la octava posición, respectivamente, y luchaban por acceder a puestos europeos. Un año después, ocupan un puesto en la zona de descenso. Es curioso que los números de ambos conjuntos no sean muy diferentes a los de ahora. El cuadro españolista ha marcado esta campaña más goles (12) que la anterior (9). Incluso, el balance de goles de este curso es mejor (-3) que el pasado (-4). A Osasuna le ocurre algo parecido. Los rojillos recibieron más goles el curso pasado (17) que el actual (15), pero su diferencia esta en el poder goleador. Ocho tantos contra los 13 de hace un año.