NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Espanyol | Christian Alfonso

"Sufrí de hormonas como Messi"

"Es una semana diferente, pero las ocasiones llegan cuando tienen que llegar". "Me tuve que ir, pero he vuelto para jugar en Primera, que no es poco."

Actualizado a
"Sufrí de hormonas como Messi"

Tras más de dos meses esperando su momento, fue titular en la Copa, en Sevilla, y ante la Real Sociedad jugó media hora. ¿Satisfecho?

Está claro que ésta es una semana diferente a las anteriores, por el hecho de haber tenido esta oportunidad. Las ocasiones llegan cuando tienen que llegar, yo estaba haciendo mi trabajo y así es como seguiré, trabajando al máximo para sumar más minutos.

Ahora, al menos, se entrenará con la posibilidad real de ir a las convocatorias y jugar...

Ahora y antes. Yo siempre me entreno con la mentalidad de que puedo jugar el siguiente fin de semana.

El caso es que, tras año y medio en el Espanyol, ve recompensada su apuesta, ¿no?

Era una apuesta que decidí vivir. Cambié el Hospitalet por el Espanyol B, y ya sabía cómo se hacían las cosas aquí, la filosofía de este club y las oportunidades que se brindan a los canteranos. Está claro que acerté.

Usted lo sabía porque entre 2002 y 2004 formó parte del fútbol base del Espanyol. ¿Por qué se tuvo que marchar?

Me tuve que ir, pero he vuelto para jugar en Primera, que no es poco. Entonces yo tenía retraso de crecimiento, hormonas dormidas, lo mismo que le pasó a Messi. Esos fueron los motivos que se alegaron en su momento. Con 17 años, tenía el cuerpo de un chaval de 13.

¿Y tuvo que hormonarse, como le sucedió al azulgrana?

No, yo experimenté el cambio físico sin ningún tratamiento, a los 19 o 20 años.

En esos 17 años que usted mencionaba, todo el mundo futbolístico le conocía como Zizou. ¿A qué se debe ese sobrenombre? ¿Jugaba igual que Zidane?

Viene precisamente de la época en que el Espanyol me cedió al Hospitalet. El mote me lo puso José Luis García, que entonces era mi entrenador allí y que hasta hace poco estauvo en el Espanyol. Él es bastante madridista y se le ocurrió, incluso ahora me llama así cuando me ve. En esa época, de juveniles, mis compañeros empezaron a llamarme así, y también en algún partido que se televisó. Pero en mi entorno más cercano nadie me llamaba así, ni antes ni ahora.

No obstante, ¿era Zidane uno de esos futbolistas en que se fijaba de pequeño?

Era uno de ellos, sí, aunque siempre me he fijado en jugadores de diferente estilo, como por ejemplo Stoichkov o Luis Enrique, por su mentalidad, Raúl o Ronaldo, el brasileño.

Y ahora, en el vestuario, ¿en quién se fija más?

Por posición y mi estilo de fútbol, en Verdú. La mediapunta es la posición que más me gusta, sin escatimar otras demarcaciones de ataque. También me fijo mucho en Sergio García, y en la mayoría de mis compañeros. Y, de fuera, en Di María o Villa, jugadores que también pueden actuar de extremos y realizar movimientos que me interesan.

¿Cómo de importante ha sido que en todo este trayecto, desde el Hospitalet hasta hoy, le haya acompañado Cristian Gómez?

Llevamos 11 o 12 años jugando juntos y está claro que tenerle te facilita el asunto, la adaptación. Estoy muy contento. Pero lo más curioso es que, aunque vinimos juntos al Espanyol, cada uno tomó su decisión independientemente, el uno no sabía que el otro iba a hacer ese mismo cambio. Fue una alegría enterarse.

¿Una hipotética eliminación en la Copa sería un fastidio para los menos habituales?

Primero, vamos a hacer lo máximo por pasar la eliminatoria. Y luego, trabajar porque las oportunidades llegan, igual que las victorias del equipo.