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Champions League | Benfica - Barcelona

Tres puntos muy caros

Puyol se lesiona y eclipsa un triunfo con dos caras. Alexis y Fàbregas, autores de los goles. El Barça corre demasiado al principio, pero acaba controlando

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Pagó muy caros los tres puntos el Barça en Lisboa. Cuando el equipo parecía asentado sobre el terreno de juego, tras un inicio demasiado alocado, y empezaba a reconocerse en la posesión y la seguridad atrás gracias a la aportación de Iniesta y Puyol, el capitán del Barça subió a rematar un balón aéreo con la fiereza acostumbrada. Cayó en mala posición y se luxó el codo, con lo que su participación de cara al Clásico del domingo contra el Real Madrid queda seriamente comprometida. Toda la satisfacción por el 0-2 y el seis puntos de seis logrados en la Champions mutó en desencanto a causa de la fea imagen que ofreció el de La Pobla.

Más allá de la lesión de Puyol, cuya inclusión en el once titular del Barcelona fue el origen y el final del encuentro, el Barcelona ofreció dos caras bien distintas a la largo del partido. Las dos le sirvieron para sacar el encuentro adelante y lograr la primera victoria de los barcelonistas en toda su historia en el estadio del Benfica.

En la primera parte, el equipo jugó al estilo Fàbregas. Fue un Barça Premier. Un equipo de ida y vuelta que creaba tanto peligro en el área de los lusos como concedía demasiadas ocasiones ante un Víctor Valdés que volvió a ser providencial en los primeros 45 minutos de partido.

En la segunda, el Barça pasó del estilo Fàbregas al estilo Hernández. Lo que en la primera parte eran carreras de punta a punta del campo se convirtió en posesiones largas con Busquets, Xavi y Messi dominando el partido. Gracias a este paisaje, el Barcelona durmió el partido... hasta la lesión de Puyol. A partir de ahí, el duelo se ensució, Busquets fue expulsado y el Benfica tiró de dureza.

Alexis. Una de las decisiones más sorpendentes de Vilanova a la hora de hacer la alineación de cara al partido fue la inclusión de Alexis como titular. El chileno no había estado nada bien en el último partido liguero en Sevilla, pero Tito decidió darle un voto de confianza y éste no falló. Fue el mejor de la primera parte y sus desmarques fueron agua de mayo para Messi, que encontró muchos más espacios y fue el motor del equipo.

El argentino volvió a priorizar su faceta de asistente frente a su eficacia ante el marco rival. Suyo fue el pase que en el minuto 6 aprovechó el tocopillano para marcar el primer gol desde el área pequeña al más puro estilo de un '9' clásico.

En otras circunstancias, ese gol hubiera supuesto el fin del partido. Pero el Barça jugaba a calzón quitado. Y el Benfica había salido con un planteamiento valiente. Sergio Busquets y especialmente Mascherano tuvieron muchas dificultades para superar la primera línea de presión de los portugueses, que lanzaron peligrosas contras que Valdés supo solucionar con gran acierto.

A pesar del intercambio de golpes, el partido llegó a la media parte con el 1-0 y el mensaje de Tito en el vestuario fue claro: dormir el partido. Xavi y Messi se encargaron de ello y tras un jugadón del argentino, Fàbregas marcó el segundo. Todo parecía tranquilo y sentenciado, pero la lesión de Puyol dio un regusto amargo a una noche de ensayo de Clásico.