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Liga BBVA | Espanyol 0 - Atlético 1

Un Atlético de altos vuelos

El equipo rojiblanco ya es segundo en Liga. Sumó su quinta victoria en un partido que comenzó dominando y en el que demostró que también sabe sufrir. Raúl García resolvió con un cabezazo.

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Un Atlético de altos vuelos
Un Atlético de altos vuelos

Dieciséis puntos de dieciocho disputados. Los números del Atlético de Simeone ilusionan y mucho. El arranque del equipo del Manzanares esta temporada ha llenado hasta rebosar los vasos del optimismo y de los sueños de la parroquia colchonera, que ya anhela, y no ve como un disparate, la posibilidad de plantar cara a Barça y Madrid a la hora de pelear la Liga, o por lo menos discutir el duopolio instaurado por ambos en el torneo casero desde la temporada 2004-2005. Los rojiblancos dominaron la primera mitad de principio a fin y demostraron que también saben sufrir en un segundo tiempo que fue del Espanyol. Raúl García certificó la victoria con un gran cabezazo a la media hora de juego.

A diferencia de lo que se esperaba, el balón echó a rodar con un notable respeto mutuo entre ambos equipos. Espanyol y Atlético se mostraron prudentes en el inicio y prefiriendo esperar a adivinar la intención del rival para escoger algunos de los guiones previstos para afrontar el choque. La cautela del comienzo desencadenó en un encuentro sin claro dominador y en el que las llegadas a las áreas brillaban por su ausencia. Con el paso de los minutos, la lógica se impuso y el Atlético comenzó a tener más balón y a tocar con la pausa y la tranquilidad necesaria para tomar la batuta del partido. Mientras tanto, a los pericos parecía quemarles el balón en los pies.

La reacción local se antojaba necesaria para evitar que los colchoneros terminaran imponiendo su ley a lo largo y ancho del terreno de juego. Los de Pochettino, conscientes de ellos, dieron un paso al frente para pelear el dominio del centro del campo a los de Simeone. La pugna entre catalanes y madrileños en la medular agudizó la carencia de ocasiones de gol que presidió el encuentro desde el pitido inicial. El centrocampismo se apoderó de un envite en el que las defensas se impusieron con claridad a los ataques hasta que Juanfran asistió con brillantez a Raúl García para que el navarro fusilara a Cristian con un perfecto cabezazo abriendo el marcador a la media hora.

Pochettino no estaba contento con lo que veía y acto seguido dio entrada a Rui Fonte en sustitución de Cristian Gómez, que fue el protagonista de la única ocasión perica en la primera mitad. El paupérrimo bagaje ofensivo de los blanquiazules estuvo acompañado de muchos problemas en la circulación del balón y de una falta de ideas alarmante para responder al fútbol control que acabó imponiendo el Atlético con ventaja en el marcador. Koke pudo poner más tierra de por medio en la recta final del primer acto con un remate acrobático que se perdió por encima del larguero de Cristian.

La dinámica del encuentro giró por completo tras el intermedio. El Espanyol regresó al césped con más intensidad y comenzó a poner en apuros al Atlético a la vez que atravesaba sus mejores minutos. El desconocido ímpetu local obligó a los de Simeone a dar un paso atrás y puso en las botas de Longo una inmejorable ocasión para devolver la igualada al marcador que desbarató Courtois con una gran intervención. La mayor presencia del equipo catalán en el área del portero belga sirvió para que este demostrara su excelencia bajo palos y para comprobar que este esperanzador Atlético de Simeone también sabe ponerse el mono de trabajo a la hora de sufrir.

Los cambios de Pochettino ayudaron a reavivar a su equipo para morir con las botas puestas y sin bajar los brazos hasta el último suspiro. A falta de poco más de diez minutos para la conclusión Stuani mandó alto un remate franco desde dentro del área cuando ya se cantaba el gol en las gradas de Cornellà-El Prat. Cebolla Rodríguez, que sustituyó al lesionado Arda Turan, fue el hombre más incisivo del ataque rojiblanco y brilló con luz propia cada vez que el balón llegó a sus pies. La victoria coloca al Atlético segundo en la clasificación con dieciséis puntos de dieciocho disputados y muestra que el techo del equipo de Simeone aún está muy lejos. El Espanyol es la cruz de la moneda, con tan sólo un punto en el farolillo rojo.